Decenas de parachicos salieron este miércoles a las calles de Chiapa de Corzo, visitando las ermitas e iglesias de la ciudad colonial, para luego visitar el panteón y rendir un homenaje a quienes dedicaron su vida a esta tradición ancestral pero que ya fallecieron.

José Luis Flores Díaz tiene diez años de edad, sin embargo, seis de ellos los ha dedicado a vestirse de parachico y danzar con música de tambor y carrizo durante la Fiesta Grande, una enseñanza que le enseñó su abuelo y que hoy descansa en el panteón de Chiapa de Corzo.

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“Toda mi familia se ha dedicado a esta tradición, por eso hoy me siento muy feliz, mucha alegría de escuchar la música de tambor… Después de dos años, hasta uno se estresaba porque no salía a bailar, pero aquí estamos recordando a nuestra familia que nos dejaron esta bonita fiesta”, señaló.

Por su parte, Rubicel Nigenda Gómez patrón de los parachicos, recordó que esta fiesta hay que vivirla y sentirla, pues a muchos les da la oportunidad de ser parte de ella, ya que algunos de sus compañeros fallecieron con las ganas de volver a salir a las calles y ya no fue posible.

“Muchos de los que tenían más de 50 años se nos adelantaron en la pandemia, unos murieron por enfermedad y otros por la pandemia, pero hoy específicamente es para recordarlos, la verdad somos afortunados que aún podamos vivir esta fiesta, por eso les pido que porten el traje de parachico con orgullo”, resaltó.

Cabe destacar que durante el recorrido de los parachicos, las chiapanecos también los acompañaron y danzaron por las calles del pueblo, quienes demostraron gran entusiasmo después de suspenderse esta festividad por la pandemia de la COVID-19.