Ocosingo.- El cierre inesperado de la zona arqueológica de Toniná, ubicada en el estado de Chiapas, ha generado inquietud en la industria turística y en la comunidad local. A casi un mes de la clausura de las instalaciones por parte de los propietarios de los predios circundantes, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Chiapas aún no ha emitido ninguna declaración oficial sobre esta preocupante situación que afecta a esta importante región turística.
El motivo detrás del cierre fue la presión ejercida por los propietarios de los terrenos, quienes buscan que se realice el pago correspondiente de los lotes ejidales en los que se encuentra el sitio arqueológico. A pesar de los esfuerzos de los pobladores, que buscaron reunirse con el director general del INAH en septiembre pasado para abordar la situación, el conflicto sigue sin resolverse.
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Este cierre ha tenido un impacto significativo en la dinámica turística de la región. Visitantes y rutas turísticas se han visto obligados a cambiar sus planes debido a la inaccesibilidad de Toniná, una de las principales atracciones turísticas del municipio de Ocosingo. Esto ha comenzado a afectar a los prestadores de servicios turísticos locales, quienes dependen en gran medida de los visitantes que acuden a la zona arqueológica.
La comunidad local y los empresarios turísticos esperan una pronta resolución a esta problemática, ya que el cierre de Toniná ha dejado al municipio sin su principal fuente de atracción turística. La incertidumbre en torno a la reapertura de la zona arqueológica ha generado preocupación y ansiedad entre quienes dependen de la industria turística en la región de Ocosingo.