Altamirano.- El conflicto en Altamirano se intensifica con la reciente clausura de las puertas y entradas principales de la presidencia municipal y del DIF municipal por parte de los ejidatarios. Este nuevo episodio se suma a la creciente tensión que ha afectado a la localidad en los últimos 21 días, desde el violento enfrentamiento que dejó heridos y una persona fallecida.
Los ejidatarios han expresado su malestar por la manera en que el concejo municipal está gestionando los asuntos del pueblo, acusando incumplimiento de promesas y desatención a sus necesidades. Argumentan que fue gracias a su apoyo que el concejo llegó al poder y exigen que se respete la voluntad y las necesidades de la comunidad.
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La población de Altamirano ha estado viviendo con temor desde el enfrentamiento ocurrido hace tres semanas, lo que ha llevado a muchos habitantes a evitar salir a las calles por miedo a posibles represalias de grupos armados. La presencia de un grupo civil armado en la región ha generado una atmósfera de inseguridad constante.
Con el objetivo de prevenir más conflictos y derramamiento de sangre, los ejidatarios han declarado alerta máxima y han tomado medidas drásticas. Como muestra de su descontento y como un llamado a la atención de las autoridades municipales, decidieron clausurar las puertas de la presidencia y del DIF municipal. Una manta con el mensaje "Clausurado" y consignas en contra del concejo municipal fue colocada en la entrada del edificio.
Hasta el momento, las autoridades concejales no han emitido un pronunciamiento oficial en respuesta a la clausura de las instalaciones municipales ni han logrado acceder al edificio. La tensión en la localidad es palpable y la incertidumbre sobre cómo se desarrollarán los acontecimientos futuros es alta.