Berriozábal.- Tras la clausura del ciclo escolar 2022-2023 de la preparatoria militarizada Ángel Albino Corzo, las autoridades brillaron por su ausencia en el evento, pero la comunidad educativa aún mantiene la esperanza de conservar su institución en la localidad. Esto surge después de una resolución emitida por el Poder Judicial de la Federación en días recientes, que podría cambiar el rumbo de la institución.
La historia de la preparatoria militarizada Ángel Albino Corzo ha sido marcada por una serie de desafíos desde su inicio en Ocozocoautla, en el antiguo aeropuerto Llano San Juan, donde actualmente se encuentra la Escuela Nacional de Protección Civil. Sin embargo, gracias a las gestiones realizadas por las autoridades locales, la institución logró su traslado al municipio de Berriozábal.
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Una vez en Berriozábal, los directivos, académicos y padres de familia se embarcaron en la búsqueda de un espacio para iniciar los trámites de construcción de la infraestructura necesaria. Gracias a las gestiones realizadas, en diciembre de 2020, se obtuvo un predio donado por José Luis Orantes Aramoni, que se convirtió en un paso crucial para avanzar con los planes de desarrollo.
Sin embargo, a pesar de los avances, la institución enfrentó dificultades y conflictos, que se intensificaron con el regreso a las clases presenciales, debido a la falta de inversión y rumores sobre la posible pérdida del predio donado. Ante esta situación, los directivos se vieron obligados a ocupar el espacio de manera frecuente, a pesar de las limitaciones.
Para finales del año 2022, la noticia de que la preparatoria militarizada Ángel Albino Corzo abandonaría la ciudad y se trasladaría a Tuxtla Gutiérrez, específicamente a las instalaciones de la preparatoria número 6, junto con un cambio de sistema educativo a Bivalente, agitó a la comunidad educativa y a los padres de familia.
Responsabilizando directamente a Rafael Ovilla Álvarez, director de Educación Media de la Secretaría de Educación, de la desaparición planificada de la institución, los padres de familia presentaron un amparo y llevaron el caso a juicio con el fin de detener la posible desaparición de la preparatoria.
En la incertidumbre actual, los padres de familia aguardan con ansias la decisión final que recaerá en las autoridades del Gobierno del Estado y del Gobierno Federal. Su esperanza es que la escuela militarizada permanezca en Berriozábal y continúe ofreciendo la formación educativa que ha caracterizado a la institución a lo largo del tiempo.