Cintalapa.- En los meses de marzo y abril, es muy común ver en diversas zonas del estado, ventas de un líquido blanco, poco espumoso, poco fermentado, y con un sabor sin igual.
La taberna se extrae de árboles adultos y casi secos, de entre 17 a 20 años como mínimo para que llegue el momento idóneo en que se pueda cortar el palo para la extracción del líquido, dijo Don Carlos López, quien por años se ha dedicado a comercializarlo.
“Para poder producir la taberna, primero hay que tirar el palo de coyol desde la misma raíz, se le quita todas las hojas y en la extremidad superior se le hace un pequeño hueco en forma de cuadro de unos 30 centímetros aproximadamente y se espera a que brote la savia que es una delicia para muchos”, sostuvo.
Aseguró que el líquido se extrae por lo general tres veces al día en horarios diversos y el agujero que se le hace hay que cubrirlo muy bien para evitar que le entre moscas, hormigas o la lluvia, ya que, si se mojan los troncos, la taberna toma una consistencia ligosa y el sabor es muy diferente.
Este exótico pero delicioso vino se puede tomar directamente de la palma o en vasos con hielo, pero también se puede diluir en agua y agregarle azúcar, lo que lo convierte en un rico refresco con un sabor parecido al tepache de piña.
En Cintalapa, a orillas de la carretera internacional y en otros puntos de la ciudad, se pueden ver a varios vendedores ofreciendo este producto a 20 pesos el litro, el cual es muy buscado por la gente que gusta de este sabor exquisito y que solo lo puede hacer en esta época del año.