El parachico es uno de los grandes atractivos de la Fiesta Grande de Enero o Fiesta de Chiapa de Corzo, resalta el color negro del vestuario en las danzas por las calles de la colonial ciudad que se desarrolla del 8 al 23 de enero al margen del río grande, es un danzante tradicional que manifiesta la riqueza cultural del Pueblo Mágico, bailan al son de la música de tambor y carrizo, se rinden ante los altares de San Antonio Abad, Señor de Esquipulas y San Sebastián, tanto en los templos, como en las casas particulares.
La danza es una ofrenda colectiva a los santos, las comparsas por las calles llevan las imágenes de los santos, muchas familias abren sus hogares para el acceso de los danzantes, se organizan desde diciembre, durante enero son las vacaciones de los habitantes de Chiapa de Corzo, trabajan el resto del año porque este mes es dedicado a la danza, se organizan con mucho tiempo, los recorridos comienzan por la mañana, finalizan por la noche, todos concluyen cansados.
Desde el primer día de la fiesta determinan el punto de encuentro, el barrio de donde comenzará la bulla, congregan en la Casa del Patrón de los Parachicos en el barrio San Antonio Abad, llegan cargando su vestimenta, las máscaras de madera, monteras, sarapes, chales o chalinas bordados, cintas de colores, chinchín y paliacates.
Uno de los parachicos desde hace 40 años, Rafael Coutiño, sostiene que la danza es su vida, es su amor, es lo primero que le inculcaron desde niño, ahora no puede fallar a sus tradiciones, a su cultura, por eso se ausenta de su trabajo en Tuxtla Gutiérrez durante los días de festividad en su natal Chiapa de Corzo para tener participación en las actividades, la danza se conserva de generación en generación.
La vestimenta del parachico se compone de camisa blanca manga larga, pantalón negro, faja de coloso de color roja de dela bordada a mano por artesanas de Chiapa de Corzo que va atada en la cintura de los danzantes, una chalina bordada que se coloca cayendo sobre el pantalón negro, el sarape de saltillo y un pañolón o pañuelo sobre la cabeza y sobre este se coloca la montera.
La máscara del parachico es de madera adornada con una pintura especial a base de laca con un toque exquisito de color rosado que imita la piel de los españoles con su frente amplia, la nariz afilada, mejillas sonrosadas, un gran simbolismo que representa el gozo y la alegría, la fiesta es grande y en esa grandeza está el danzante, todas y todos los habitantes de Chiapa de Corzo, gozan y disfrutan.
Por otra parte, la montera del parachico de Chiapa de Corzo se sujeta a la máscara, la montera de ixtle elaborada a mano por artesanos del lugar representa los rayos del sol, la luz de la vida, los cabellos rubios del español, oculta el rostro y sugiere al sol para que los proteja de cualquier mal y de la oscuridad.
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El chinchín elaborado a base del morro, o de lámina, en las manos del danzante, el sonido significa la petición de la lluvia, mientras que la chalina cubrir una parte del cuerpo del danzante, en tanto que el zarape se utiliza para los chamarreos a las muchachas, la algarabía y los listones se utilizan para amarrar la máscara con la montera, de manera que al danzar no haya riesgos de desprendimiento por los movimientos.
Los sones son: el llamado, para la comida, para el zapateado, para la salida, muchos son onomatopéyicos, cuenta el doctor Mario Nandayapa, uno académico de la Universidad Autónoma de Chiapas, que ha realizado un registro de unos 24 sones que ya se perdieron, que se han ido deformando por la estructura melódica que se usaba, uno de los sones es de la flor, es perceptible el cambio de ritmos, cada acción del danzante tiene su propio son, son células melódicas de una representación, el zapateado tiene un significado que despierte la tierra.
Por otra parte, el chinchín es un rito de la fertilidad, tenía semillas y despierta la semilla, mientras que la máscara representa al sol y la montera a los rayos del mismo, es una dinámica de sincretismo, hace muchos años eran pocos los parachicos, en los últimos años son cada vez más los integrantes de las comparsas de danzantes, hay quienes se dedican a hacer la máscara todo el año, la máscara tiene un costo de mil 500 pesos a los 12 mil pesos, van marcando estilos, las escuelas de los artesanos, los que enseñan, una de las grandes escuelas por muchos años fue don Antonio López, ahora ya no lo fabrica por su edad.