Desde antes del Covid-19, el sector de la construcción ya presentaba números económicos negativos, a esto se suma, los casi 24 meses consecutivos de la pandemia, que trajo como consecuencia la carencia de obra pública y privada, el incremento de materiales de la construcción y la poca inversión en los municipios.
El empresario constructor y miembro del Colegio de Ingenieros Civiles, Carlos Díaz Saldaña, afirmó que la cuesta de enero para los constructores, parece que será muy prolongada en este 2022, con una inflación mayor de los últimos 20 años, y un incremento en los materiales, como el cemento y el acero hasta un 100 por ciento ,
Dijo el aumento del precio de los materiales ha originado que la obra privada haya caído de manera importante, ya que los derivados del acero, pasaron de 15 a 26 pesos, por lo que el valor para una vivienda, se ha salido del presupuesto de las familias que quieren edificar o ampliar su patrimonio.
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Señaló que quien pretenda edificar, modernizar o rehabilitar algún inmueble, se dará cuenta que lo que gastará para hacerlo se ha incrementado, en relación a los planes que haya hecho en meses anteriores, y es que cada día el costo de los materiales de la construcción y sus derivados aumentan sin previo aviso.
Asimismo, indicó que hace falta inversión en el estado y en los municipios, donde el sector constructor, empresarios y la población se vea beneficiada con un mayor circulante económico, pues ahora las compañías locales sobreviven de a poco, en parte, ofertando la renta de su maquinaria.
En cuanto a la obra pública, el gobierno federal continuará en este 2022, enfocado con el financiamiento de sus megaobras, como el Aeropuerto Felipe Ángeles, la refinería de Dos Bocas y el Tren Maya, en donde participan grandes empresas constructoras y el Ejército.
Detalló que la situación económica negativa para el ramo de la construcción, comenzó todavía años atrás, ya que desde el 2013 a 2020 el gasto público en infraestructura se redujo 40%, con una tasa anual de pérdida de hasta dos puntos porcentuales. Por lo que, lo que mantenía a flote al sector era la construcción de edificación por parte de empresas privadas.
No obstante, el costo de la vida sigue subiendo, afectando no sólo al ramo de la construcción, sino a todas las familias que gasta más por cubrir los artículos de primera necesidad, de esta forma se le pide al gobierno, encontrar una estrategia adecuada para reactivar las economías locales.
Mencionó que ante toda esta situación, recientemente, la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción (CMIC) y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), han realizado llamados para que sean las empresas constructoras, especialmente medianas y pequeñas, las que sean subcontratadas por los militares para participar en los proyectos.