Casi sin percibirse, durante los últimos días el trabajo de una maquinaria pesada derrumba las paredes de una de las edificaciones más emblemáticas e históricas de Tapachula: la terminal de la Estación de Ferrocarriles.
La historia de este lugar data desde el 15 de abril de 1908, cuando las líneas férreas llegan a Tapachula luego de un intento de comunicar a lugares de América Latina con el norte de Canadá y posteriormente, en 1913 se construyó la Estación de Ferrocarriles en Tapachula, compuesta por un edificio de ladrillos, un almacén, estación de telégrafos, taquilla y oficina de correos.
Mucho tiempo después el ferrocarril de la Costa chiapaneca se privatizó el 31 de agosto de 1999 a la empresa norteamericana Chiapas-Mayab a través de una concesión a 30 años; sin embargo, por el desastre del huracán Stan en octubre de 2005, el ferrocarril del Chiapas-Mayab dejó de funcionar al caer varios puentes, quedando la línea del ferrocarril del Istmo hasta la ciudad de Arriaga.
Ahora, en este momento toda esta historia está en ruinas y dentro de 3 meses no quedará rastro de ella. Únicamente permanecerán los recuerdos en fotografía.
Los habitantes de la colonia Ferrocarrilera comenzaron a ver que la maquinaria pesada comenzaba a trabajar sin que se supiera de qué se trataba, puesto que en anteriores administraciones este espacio fue parte del discurso político de presidentes en turno, desde la creación de un museo, una vialidad que cruzaría el poniente con el oriente de la ciudad, entre muchos otros proyectos.
Don Enrique Ordaz Gómez ha vivido toda su vida en este lugar, comentó que fueron invitados a una reunión con la Secretaría del Gobierno Municipal para informarles acerca del proyecto, el cual, les explicaron que era una ejecución de la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (Sedatu), para lo cual se invertirán más de 110 millones de pesos.
Según les informaron que la obra consistirá en 5 naves comerciales, desde la 4ª Sur hasta la 3ª Sur, sin darles mayor explicación sobre quién las operará o qué se guardará en esas naves; aunado a que las áreas verdes tendrán juegos recreativos para los habitantes de esta colonia.
Asimismo expresó, que esta obra no tiene ninguna especificación que esté a la vista de la sociedad, como se hace en cualquier obra del gobierno, además, las autoridades no tuvieron un plan de reubicación para las familias que se encuentran asentadas en estos terrenos, ni para el acopio de basura que se hacía a un costado del mercado Soconusco, ya que sólo fue trasladado hacia calles cercanas a la Unidad Administrativa, creando el mismo foco de contaminación.
Finalmente puntualizó, que los habitantes de la colonia Ferrocarrilera no están en contra del desarrollo que pudieran darle a esta zona que por mucho tiempo las familias fueron rehenes de la delincuencia, sino que argumentan que todo debe llevar una planeación, puesto que esta obra tiene que ir acompañada con el arreglo de las calles, de alumbrado público y de encontrarles un espacio a las personas que se asentaron en este terreno de forma irregular.