A pesar de no existir condiciones de seguridad, cerca del 30 por ciento de los pobladores de Tila, Chiapas, comenzaron esta semana a retornar a sus hogares de manera paulatina, sin embargo, aún son muchas las viviendas que se encuentran cerradas, dijo uno de los habitantes quien omitió su nombre por seguridad.
En entrevista el poblador aseguró que la falta de dinero fue uno de los factores que a muchos de sus vecinos y compañeros los obligó a regresar e intentar retomar sus vidas, aunque el miedo, la zozobra e incertidumbre predominan, pues en su calle son mínimas las personas que habitan en la actualidad y al caer la noche las calles se convierten en peligro.
“Solo cuatro o cinco familias nada más estamos en esta cuadra, pero en cada familia somos pocas personas, hay unos que habitan dos personas, tres personas, cuatro personas nada más que habitamos, pero aquí al menos se siente la tensión todavía”, explicó el campesino.
El masculino de 40 años, señaló que apenas este fin de semana al menos 18 negocios de la zona centro de Tila abrieron sus puertas, mientras que en las calles se observan apenas una docena de personas caminar, así como vehículos del transporte público, aunque las clases continúan interrumpidas al igual que el servicio médico del hospital básico.
“Supuestamente hay un convenio con los federales, que si no ven al pueblo habitado ellos no pueden venir cuidar ni a vigilar porque, como dicen ellos no tiene caso venir a un pueblo donde no habite nadie y si no ven que habitan alguien el convenio se rompe”, puntualizó el habitante.
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Otra de las víctimas de desplazamiento, aseguró que en Tila ya son pocos los elementos del Ejército Mexicano, la Guardia Nacional y la Policía Estatal que permanecen en puntos estratégicos; en tanto que el albergue que se localizaba en el poblado de Petalcingo fue deshabilitado y únicamente continúa el de Yajalón, mientras que en la cabecera municipal algunos servicios básicos se encuentran suspendidos.
“Pero hay partes donde no hay agua, partes donde no tienen luz y aquí nosotros a veces nos refugiamos con dos o tres familias para dormir, para agarrar un poquito de valor, porque no es fácil volver a empezar, en el caso de nuestra calle no hay muchas familias”, precisó la mujer.
Cabe destacar que las autoridades reconocieron únicamente la muerte de tres personas, sin embargo, los pobladores afirman que fueron más de una decena, hoy existen las denuncias correspondientes ante la Fiscalía General del Estado, las carpetas de investigación fueron abiertas, pero no hay una orden de aprehensión hacia ninguno de los presuntos responsables.
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