Desde hace 15 días las 68 familias desplazadas del sector Santa Martha en octubre de 2022, viven asediadas por la violencia y amenazas que ha generado un grupo de criminales del municipio de Chenalhó, Chiapas, por lo que decidieron huir por las tardes a los cerros y refugiarse, señaló María Ruíz Álvarez, una de las desplazadas
Lo anterior ocurrió luego de que el pasado 21 de febrero hombres armados y encapuchados irrumpieron la localidad con balazos durante la madrugada, extendiendo la violencia por más de cinco horas y provocando pánico en la población, además de que en junio del año pasado el grupo delincuencial “Los Ratones”, también atacó a los pobladores y dejó como saldo siete personas fallecidas.
También puedes leer: "Muy pocos reportes", los desplazados en Chiapas no son significativos: AMLO
En entrevista para El Heraldo de Chiapas, Ruíz Álvarez recordó que además de la violencia que sufrieron en su comunidad por el conflicto político-social que se desató en octubre de 2022 por la disputa de 22 hectáreas de terreno y que los obligó a huir, nuevamente enfrentan ataques de delincuentes y sin la ayuda de las autoridades.
“Pues aquí sufriendo con los niños que tenemos aquí, pero vemos que los habitantes de aquí salen en el monte, también nosotros salimos a buscar nuestro refugio para salvar, porque tenemos mucho miedo, entonces ya en la mañana regresamos, así nos pasa cada día, cada noche”, relató.
El ataque que se registró en febrero pasado inició alrededor de las 5 de la madrugada y culminó después de las 9 y media de la mañana, las mujeres, hombres y niños no pudieron salir de sus hogares y se refugiaron debajo de las camas, mesas y otros muebles, para evitar que alguna bala perdida les cayera, pero en las paredes y los techos de las viviendas construidas de madera y lamina de aluminio, quedaron las evidencias de los disparos, afirmó Diana Laura Ruíz Ortíz, habitante de Polhó.
“De hecho aquí cuando nos dispararon estaban ahí en el cerro del banco, nos dispararon por acá, porque eran demasiados, eran cien personas, no eran nada más los Gómez de Sholkejon junto con el sicario que vinieron, eran sicarios, de hecho quedó muerto aquí que vinieron judiciales, fiscal, lo vieron que estaba muerto aquí que era originario de Veracruz”, detalló.
Asolados por la violencia y la indiferencia de los gobiernos estatal y federal, los pobladores realizaron una manifestación pacífica con lonas en mano y consignas de justicia, donde denunciaron además que desde hace tres meses no reciben apoyos para alimentos, ni la renta de las tres viviendas donde habitan hacinados los desplazados, afirmó la joven tzotzil.
“De plano estamos abandonados, no han venido absolutamente nada, ya le hablamos a los Presidentes que nos mandaran e incluso cuando nos atacaron pedí SEDENA para que viniera y no vino, vinieron pero hasta las 2 de la tarde, pero nada más para revisar aquí y solo vinieron como una hora y se fueron”, manifestó.
Por su parte Manuel Gómez Velasco también víctima de la violencia en la comunidad de Polhó, reveló que los disparos dejaron a una decena de maestros en medio del fuego cruzado, así como a un centenar de estudiantes de diferentes niveles educativos sin clases; por ello, temen que se repita la agresión de Acteal ocurrida en diciembre de 1997, donde 45 personas tzotziles fueron asesinadas, de las cuales 21 eran mujeres, cuatro de ellas embarazadas, 15 niños y nueve eran ancianos.
“No queremos ver más muertos como sucedió aquí en Acteal del 97, porque si no se uniera la gente pues va a llegar el tiempo que aquí ustedes se dan cuenta que hay niños y mujeres, pero va a llegar el tiempo que lo van a matar todas las mujeres y los niños, es lo que no queremos”, afirmó.
A las demandas también sumaron la aparición con vida de las cinco personas que las vieron por última vez, el día que los corrieron de Santa Martha y que entre el caos intentaban huir hacia las montañas para ponerse a salvo.