Integrantes del Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS) han expresado, a través de un comunicado, su desacuerdo con la posición del gobierno respecto a la violencia institucional en Chiapas. A pesar de las denuncias respaldadas con evidencia visual que muestran a personas huyendo de sus hogares, el gobierno insiste en afirmar que Chiapas se encuentra en calma.
El FNLS sostiene que el pueblo chiapaneco es víctima de la violencia institucional perpetrada por fuerzas policíacas, militares y paramilitares. Aseguran que negar estos hechos por parte de los políticos no significa que no estén ocurriendo. Consideran que la demagogia gubernamental busca desviar la atención del pueblo para mantenerse en el poder, a pesar de que la realidad revela su rostro autoritario.
En relación con declaraciones recientes del presidente del Comité Ejecutivo Estatal del MORENA, Carlos Molina Velasco, quien afirmó que en Chiapas existe "armonía, paz y tranquilidad", el FNLS contradice esta posición, señalando que miles de familias, especialmente en los municipios fronterizos, sufren ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas y desplazamientos forzados como parte de una política de terrorismo de Estado.
Los integrantes del FNLS denuncian que, en lugar de abordar la violencia perpetrada por el ejército en la Sierra Madre de Chiapas, el Ejecutivo federal culpa a las comunidades pobres cuyas vidas dependen de una política gubernamental de violencia institucional llevada a cabo por fuerzas policíacas, militares y paramilitares.
Destacan que las denuncias de las víctimas son hechos reales experimentados por miles de familias, pero lamentan que estas graves violaciones a los derechos humanos sean opacadas por la demagogia gubernamental que impone como verdad única los datos obtenidos de las bases de datos policiales o militares. Consideran que intentar engañar al pueblo con mentiras es una actitud vil de políticos que sirven a los designios del capital.
En conclusión, el FNLS sostiene que negar la existencia de víctimas de violencia, desplazamientos forzados, ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas en Chiapas es dar la espalda al pueblo que estos políticos dicen representar. Consideran que la "cuarta transformación" muestra su verdadero rostro en la contradicción entre el discurso demagógico y la realidad, haciendo imposible que se erijan incólumes como partido oficial, ya que las víctimas de la violencia institucional están presentes en toda la región.
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