Al celebrar el domingo de Pentecostés el obispo de Tapachula Jaime Calderón Calderón llamó a la iglesia y a las familias a la construcción de la Paz para la vida digna del pueblo de México ante la ola de violencia que se vive en Chiapas.
Exhortó a todos los feligreses y a la población en general a estar atentos y comprometerse en la erradicación de este cáncer social que terminará afectando a todos si no existe el compromiso de afrontar cada cual desde su propia responsabilidad lo que le corresponde.
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Sin embargo, dejó en claro que la mayor y especial responsabilidad recae sobre las autoridades, quienes tienen que cumplir con la tarea de garantizar la seguridad para las familias de esta región del país.
Dijo que a través del documento de la conferencia del episcopado mexicano "Que en Cristo nuestra Paz - México tenga vida digna", ayuda a comprender lo que está sucediendo ya en tierras chiapanecas con la ola de violencia que se vive.
"El documento comienza presentando la escalada del crimen organizado, considerando brevemente sus manifestaciones: narcotráfico, secuestros, trata de personas, lavado de dinero, extorsión, ejecuciones y se destaca el dolor y sufrimiento de las personas que son víctimas de esta violencia" abundó.
Puntualizó que ante la compleja situación, la exhortación propone para comprender e incidir en la situación de violencia, verla como un problema de salud pública y visualiza tres factores sobre los que se urge intervenir para contrarrestar sus efectos: la crisis de legalidad, el debilitamiento del tejido social y la crisis de moralidad.
Por otro lado, mencionó que ante la llegada las lluvias con intensidad, es necesario reflexionar sobre el tema del cambio climático y ambiental que afecta de un modo particular tanto a la región costera como la región Sierra, e invitó a emprender caminos que ayuden en la concientización del problema y en la búsqueda de soluciones conjuntas como familia diocesana.