San Fernando, un municipio ubicado al norte del estado de Chiapas, a tan solo 15 km de la capital Tuxtla Gutiérrez, es un sitio que destaca tanto por su rica historia como por la belleza natural que lo rodea. Con una extensión de 2530 km², San Fernando ha sido testigo de importantes acontecimientos a lo largo de los siglos, desde su fundación como Hacienda de las Ánimas en la época colonial hasta su reconocimiento como pueblo en 1851.
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La historia de San Fernando se remonta a tiempos prehispánicos, cuando el territorio era habitado por los zoques, un grupo indígena que formó el asentamiento de Tzonoapan, que significa "cabeza del agua". Este nombre hacía referencia a la relevancia del agua en la vida de la comunidad, que dependía de los ríos y arroyos cercanos. Tzonoapan estaba dividido en ocho barrios, cada uno con características particulares, como Mutupac ("barranco de brotadero en la sombra") y Cuchuquí ("loma de la flor blanca").
Con la llegada de los españoles en el siglo XVI, la vida de los zoques cambió radicalmente. El territorio se convirtió en la Hacienda de las Ánimas, nombre relacionado con la neblina que envolvía la zona, la cual era asociada con almas de los difuntos. La hacienda fue elevada a la categoría de pueblo el 20 de octubre de 1851, cuando el gobernador Fernando Nicolás Maldonado la renombró como San Fernando, en honor al santo patrono.
La Iglesia del Rosario jugó un papel central en la vida colonial, al ser el lugar donde se sepultaban figuras importantes de la región. Con el tiempo, el templo se convirtió en un sitio envuelto en leyendas sobre apariciones y sombras que muchos relacionaban con los difuntos.
En 1860, Soledad Bustamante, una de las fundadoras de Berriozábal, donó la imagen de la Virgen del Rosario al pueblo, consolidando así un importante símbolo religioso. En 1883, San Fernando se integró al Departamento de Tuxtla, y en 1915 se convirtió en un municipio libre.
Durante el siglo XX, la construcción de la presa hidroeléctrica Manuel Moreno Torres en 1970 impulsó el desarrollo de la región. La pavimentación de carreteras facilitó la conexión con Tuxtla Gutiérrez y otros municipios, lo que trajo consigo un crecimiento económico y social.
Hoy en día, San Fernando forma parte de la Zona Metropolitana de Tuxtla Gutiérrez, consolidándose como un punto clave para el comercio, el turismo y los servicios. La tranquilidad del municipio y su entorno natural lo convierten en un destino atractivo para quienes buscan un descanso rodeado de cultura y naturaleza.
El municipio es también hogar de importantes festividades, siendo el Carnaval Zoque uno de los más destacados. Este evento, celebrado desde tiempos inmemoriales, representa un vínculo profundo con las tradiciones prehispánicas. Durante el carnaval, los habitantes se reúnen para participar en desfiles con disfraces coloridos que incluyen máscaras elaboradas y trajes tradicionales. La marimba, los bailes y las representaciones alegóricas son elementos esenciales de la festividad, que simbolizan tanto la herencia indígena como la fusión con las costumbres coloniales. Además del Carnaval Zoque, otras celebraciones religiosas, como la fiesta en honor al santo patrono San Fernando, la Virgen del Rosario y el día de la Santa Cruz, donde se realizan procesiones y una misa en el Cerro de la Cruz, fortalecen el sentido de identidad comunitaria.
El turismo ha crecido en San Fernando gracias a su oferta de atractivos naturales, como el Parque Ecológico Tzimbác, la Cueva de la colonia Cuauhtémoc y el Cerro de la Cruz. La región se caracteriza por un clima cálido subhúmedo, con lluvias durante gran parte del año, y una topografía accidentada con montañas y ríos como el Grijalva, el Barrancón y el Cuachin. Parte de su territorio pertenece al Parque Nacional Cañón del Sumidero, área natural protegida que resguarda su biodiversidad.
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