- Acusa Arizmendi Esquivel estos actos como falsos ydemagogos; pide a la sociedad a ser críticos y no dejarsesobornar
San Cristóbal de Las Casas.- Felipe ArizmendiEsquivel, obispo de la Diócesis de esta ciudad, llamó a lapoblación para aprender a ser críticos y a no dejarse sobornarpor dádivas, con dinero en efectivo, regalos que algunos hacen ensus campañas, ya que pareciera que el mejor candidato es quienentrega más dinero y más cosas, “y eso es falso ydemagógico”.
En su conferencia de prensa después de finalizar lamisa de mediodía en la catedral de este lugar, indicó que sialguien reparte dinero en regiones marginadas, con la intención deque lo apoyen, eso los descalifica como persona, porque “no tienemoral política, sino intereses mezquinos”.
“¡No nos dejemos corromper por los corruptos!Escuchemos sus propuestas y analicemos si en verdad las puedenllevar a la práctica. Conozcamos la historia personal de loscandidatos y veamos si su vida corresponde a su propaganda. Ypidamos a Dios que nos ilumine, para que tomemos buenasdecisiones”, exportó.
En sus recorridos pastorales por el territorio de ladiócesis, observa que cada día con más intensidad las distintascampañas que hacen los aspirantes a la gubernatura del estado,pues “como la ley prohíbe la propaganda explícita, ésta sedisfraza de muchas maneras. De todos modos, aparecen nombres,rostros, fundaciones, o signos que identifiquen a los candidatos,para que el electorado los conozca e identifica. En menor escala,lo mismo pasa con quienes aspiran a ser presidentesmunicipales”.
Arizmendi Esquivel aseguró que cuando tieneoportunidad de platicar con algunos de ellos, cuestiona lo que lesmueve para aspirar a ser gobernadores, quienes en su mayoría leresponden “-que es porque aman a Chiapas-, -que quieren haceralgo por su estado y que consideran tener opciones válidas pararesolver los variados problemas que existen-. No ha faltado quienme diga que andar en la política es lo que sabe hacer en su vida.¡Ojalá sea por servir, y no por la ambición del poder y deldinero!”.
Como obispo, aclaró ser respetuoso de losmovimientos preelectorales, aunque hay individuos que le preguntanqué hacer, pues en días pasados, en una de las Cañadas deOcosingo –al final de la celebración– líderes de la comunidadexplícitamente le pedían orientación “sobre este ambiente yaelectoral, tanto a nivel estatal como nacional”.
“Mi respuesta es que, como diócesis, no debemoshacer campaña a favor de nadie, pues la Iglesia no es de unpartido, ni de una organización. Somos pueblo de Dios, formado porpersonas de diferentes culturas, opciones políticas y condicionessociales. Pero, debemos discernir, distinguir y valorar tanto a lossolicitantes, como sus propuestas y posibilidades reales de llevara cabo lo que ofrecen, para saber tomar buenas decisiones cuandosea el momento”, subrayó.
Recordó que todos ofrecen acabar con la pobreza y lacorrupción, “no obstante, no vemos la forma cómo lo puedanlograr, pues vivimos en un sistema complejo que no permite a lospaíses decidir su suerte por sí solos, y el dinero corrompe portodas partes”.
“Son atractivas las proposiciones de acabar con elmal gobierno y de cambiar la política actual, incluso con laformación de una nueva estructura constituyente, sin embargo, loimportante no son los discursos, sino los medios efectivos delograr estos cambios, que por otra parte son necesarios”,concluyó.