Los altos índices de contaminación y los asentamientos humanos de manera irregular han provocado el deterioro de los ecosistemas de manglares en la zona costera de Chiapas, al grado de ser considerado un tema de emergencia ecológica.
Y es que hace un par de años, el comité para la conservación y uso sustentable de las áreas naturales protegidas, emitió una declaratoria de emergencia ecología para que las autoridades atendieran esta problemática, la cual se centraba en acciones efectivas que inhiban las actividades ilícitas que se presentan en estos ecosistemas, pero a pesar de esta medida las autoridades ambientales no han hecho nada.
El Investigador del Centro de Investigaciones con Visión para Mesoamérica de la Unach, Vicente Castro Castro, afirmó que actualmente se cuenta en Chiapas con aproximadamente 30 mil hectáreas de estos ecosistemas, sin embargo, solo representa el 40 por ciento de lo que había hace 30 años.
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Dijo que acuerdo al estudio de la Conabio, el Gobierno del Estado tenía a su cargo cerca de 30 mil hectáreas de manglares, pero debido a la tala clandestina, y a la falta de estrategias para su conservación solo permanecen a resguardo de las autoridades de Chiapas 2 mil 300 hectáreas.
Señaló toda la parte costera del Estado presenta grave deforestación de mangles, entre ellas, la Reserva de la Encrucijada, desde Pijijiapan hasta Mazatán y también las dos áreas naturales protegidas, Cabildo Amatal, que incluye a Tapachula y Mazatán y Gancho Murillo, zona ubicada desde Tapachula a Suchiate.
"Según los registros que se tienen de las superficies de manglares que existían en la zona costera en la década de los 70´s, se puede determinar que más del 60 por ciento de estos ecosistemas se han perdido debido a la deforestación excesiva", abundó.
Lamentó que esta especie ha sido utilizado por las poblaciones locales para el uso de leña, para construir casas y cercos, y ante el valor que tiene este recurso en las actividades humanas ha sido muy complicado detener su aprovechamiento.
Asimismo, detalló que existe un grave problema de contaminación, ya que en estos ecosistemas se han detectado basureros clandestinos y desagües de aguas negras y grises que empeoran más las condiciones de los ecosistemas de manglares.
Subrayó que se han interpuesto denuncias ante la Fiscalía Ambiental y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), las cuales han sido archivadas, porque hasta la fecha no hay ninguna persona u organización haya sido sancionada, lo que facilita a los infractores continuar e incluso incrementar sus actividades ilícitas.
Finalmente exigió a la Secretaria del Medio Ambiente y Recursos Naturales y a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, poner mayor atención en la problemática que se presenta, situación que preocupa por el impacto ambiental, social y de salud.