Conoce la historia de "Carlos", una visita al penal El Amate, Chiapas

Este centro penitenciario cuenta con dos áreas, varonil y femenil.

Marcos Ramos | El Heraldo de Chiapas

  · domingo 13 de marzo de 2022

Penal El Amate, conoce la historia de "Carlos" / Foto: Marcos Ramos | El Heraldo de Chiapas


Cintalapa.- El Centro Estatal para la Reinserción Social de Sentenciados CERSS #14 El Amate se ubica en este municipio, específicamente en el kilómetro 62 de la vía libre federal México 190, muy cerca de la colonia Lázaro Cárdenas, el cual se aperturó en el 2004.

Alberga una población de más de 2 mil personas privadas de su libertad (PPL), de esa cantidad, la mitad reciben visitas de sus familiares dos u otras veces por semana, siendo los fines, cuando la cantidad de visitantes aumenta.

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A las 9 horas, ya hay cerca de 200 personas, (entre mujeres y niños) haciendo fila a orillas de la carretera para poder ingresar por el primero de varios filtros que deben cruzar antes de estar frente a su familiar, la salida es hasta las 16 horas (4 de la tarde) o a la hora que decidan salir.

En el segundo filtro les toman la temperatura, en el tercero se registran con el área de trabajo social, en la aduana les revisan minuciosamente los alimentos y lo que lleven al interno, posteriormente pasan por una revisión corporal y por último, pasan a una área llamada gafete, ahí se aportan varios datos y especificar si la visita es al área varonil o femenil.

Desde muy temprano las personas ya esperan poder ingresar / Foto: Marcos Ramos | El Heraldo de Chiapas


Los visitantes no pueden ir vestidos de negro, ni azul marino, las mujeres no pueden ingresar con zapatillas ni con mucho maquillaje. La cantidad de dinero que puede ingresar es muy controlada, al parecer lo máximo son mil pesos.

Durante la estancia dentro del centro las familias conviven libremente, sin peligro de nada los internos privilegian las visitas.

Cabe mencionar que de la cantidad de reos casi la mitad no reciben nunca ni una visita quizá por ser de otros estados, de lugares muy lejanos a donde se ubica este reclusorio o simplemente sus familiares se olvidaron de ellos.

En esa fila estaba Doña Mechita, una señora que desde hace 13 años no ha faltado un solo día de visita a ver a su hijo quien fue detenido injustamente el 26 de agosto del 2009 acusado del delito de privación ilegal de la libertad.

Ella nos dijo que ese día cuando le avisaron de la detención de “Carlos” se fue a la oficina del ministerio público, horas después pudo verlo y él le dijo que culpaban de delito ya mencionado después pasaron 30 días de arraigo en un lugar que era conocido como “Pitiquito”; ella creyó que en esos 30 días se comprobaría su inocencia el problema se solucionaría y su hijo quedaría libre pero la vida o el destino tenía otros datos, porque ya pasaron 13 años y el muchacho aún sigue tras las rejas.


En los careos que se realizaron, la persona que según era la víctima se presentó en una sola ocasión y dijo que él no sabía nada y que desconocía porque lo habían llamado para ese lugar las demás diligencias que han habido ya no se presentó y aun así las autoridades de impartir justicia en Chiapas, lo mantienen en prisión.

Un domingo que yo vine a visitarlo, me topé con la noticia que mi hijo ya no estaba acá, que se lo habían llevado al penal de Yajalón

Doña Mechita dijo que han sido los años más angustiantes de su vida, han pasado por muchas cosas y lo más grave que han conocido a delincuentes disfrazados de abogados que se han aprovechado de la necesidad de ver a su hijo libre; el último les dijo que él se llevaba muy bien con los altos mandos de la procuración de justicia en el estado y que si querían verlo libre que le juntaran 80 mil pesos, ella le creyó con préstamos y apoyos de familiares juntó el dinero se lo dió y ya pasaron casi 5 años y su hijo aún continúa detenido y el abogado Tuxtleco desapareció.

“Un domingo que yo vine a visitarlo y me topé con la noticia que mi hijo ya no estaba acá, que se lo habían llevado al penal de Yajalón. Nosotros nos movimos y en 15 días logramos que lo regresaran a este penal mi hijo tiene una excelente conducta no toma, no fuma, no se me en problemas, es muy productivo con la sociedad reclusa, hace deporte y ya casi termina su licenciatura en derechos humanos”, sostuvo la mamá de Carlos.

Ella dice que la pandemia ha frenado todo tipo de procesos porque ellos solicitaron un amparo meses antes de que se oficializara esta enfermedad y hasta este día ese papel no lo han recibido.

En el 2014 Carlos fue sentenciado a 110 años de prisión, apelaron y la condena se redujo a 30 y ahora solo esperan los últimos recursos para verlo una vez más libre.

“Yo pido al señor presidente de la república, al señor gobernador y a los jueces que revisen el caso de mi hijo de manera minuciosa porque él es inocente, no hay una sola persona que lo señale del delito por el que hoy purga esta condena, por favor ya déjenlo libre” dijo Doña Mechita con lágrimas en sus ojos.