Osumacinta.- Un grupo de pobladores acudieron en lanchas para conmemorar el 43 aniversario de la reubicación de su pueblo, a partir de la construcción de la presa de Chicoasén, reviviendo el pasado donde quedaron inundadas sus viviendas, recuerdos y sus muertos.
Fue el 22 de mayo de 1976 cuando el pueblo de Osumacinta fue trasladado hacia otro punto, debido a que comenzarían con la construcción de la presa Hidroeléctrica Manuel Moreno Torres, a partir de entonces hubo un nuevo comienzo para muchos habitantes, quienes llegaron a donde actualmente es este municipio, aunque varios también decidieron marcharse hacia otros municipios para continuar con sus vidas.
Y es que en un caso muy parecido a lo que viviera Quechula con la presa de Malpaso, en Osumacinta también se dividieron familias, y es que mientras algunas aceptaron la reubicación hacia el actual pueblo, otros buscaron otro sitio para continuar con su vida, alejados de los suyos.
Tal y como lo han venido haciendo cada año, los pobladores cantaron las mañanitas, quemaron cuetes, aplaudieron, lanzaron vivas e hicieron todo un festín recordando su antiguo pueblo, y es que son las personas de mayor edad, a las que le tocó vivir aún esa zona, las que no dejan morir la tradición de acudir en las lanchas y revivir, por lo que piden que las nuevas generaciones continúen con esta tradición y que nunca muera.
Y es que a más de 200 metros quedaron las casas que construyeron, allí donde muchos vivieron su niñez y que recuerdan incluso entre lágrimas, por ello los vivas son emotivos cuando acuden quienes estuvieron presentes en ese lugar hace más de 40 años, en una historia que es digna de ser contada y por el cual las autoridades han propuesto hacer una crónica de vivencias de los pobladores que fueron movidos y construyeron el nuevo Osumacinta.
Las personas adultas recuerdan el lugar donde pasaron su niñez y ahora las casas, los muertos, están debajo del agua por la construcción de la presa de Chicoasén hace más de 40 años
RECUERDOS