Dos ventanas del río Huixtla, de aproximadamente 109 metros han quedado sin protección y hoy están ocasionando que las aguas de este afluente se desborde y destruyen el paso vehicular sobre la carretera de terracería del cantón “Las Lechugas-El Arenal”, además ha generado encharcamientos en varios ranchos ganaderos de la zona.
Lugareños dieron a conocer que este problema lo han venido padeciendo desde que pasó el huracán Stan en el 2005, y quedaron las ventanas abiertas sobre el costado izquierdo en la comunidad Las Lechugas.
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Pobladores han dejaron en claro que esto se debe a la irresponsabilidad de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), que no ha cumplido con cerrar ventanas en el río y que a pesar de existir un seguro la autoridad local tampoco ha sido gestora para que se realice este trabajo de prevención en la parte baja del río Huixtla.
Sin embargo, hoy existen propiedades donde está el agua estancada a la espera que baje su nivel y sobre la carretera de terracería parcialmente incomunicada, ya que no hay pasos vehiculares en esta vía que enlaza con la comunidad de El Arenal y parte de las comunidades de Tuzantán y Huehuetán.
Y es que este problema que no es nuevo y pone en riesgo a más de cinco mil familias de al menos siete comunidades de la zona baja, quienes podrían ser severamente afectadas por posible desbordamiento del río Huixtla en la zona cañera, por lo que en meses pasados realizaron los trabajos de la construcción de un bordo con costales de arena, por el cierre de una ventana de 200 metros que ha causado daños en cultivos en esa zona.
José Domingo Juárez Cruz, presidente del comité de gestiones de bordos y enrocados del río Huixtla mencionó que es habitante de la comunidad 5 de marzo, una de las que ha permanecido en riesgo de sufrir inundaciones, debido a la enorme ventana que estaba abierta desde el paso del huracán Stan en el 2005 por lo que lamentó el desinterés de las autoridades.
Agregó que esto ha causado severas afectaciones en cultivos de maíz, caña de azúcar, pepino y pastizales, se han perdido cerca de 500 hectáreas, pues han quedado inundadas debido a las aguas se desvían sobre el margen del lado derecho y las cosechas no se han podido rescatar.
Juárez Cruz, consideró que el problema no termina con construir un bordo con costales de arena, pues existen el peligro latente en otros tramos y el riesgo a que el río siga abriendo más ventanas, por lo que están a la espera que el gobierno de la federación inicie trabajos de prevención construyendo bordos, donde ya tienen conocimiento, de lo contrario los pobladores siguen en el peligro de ser inundados.