A cuatro años y medio de volver a sus viviendas en el ejido Puebla municipio de Chenalhó en la región Altos de Chiapas, de donde fueron desplazados violentamente, el 26 de mayo del 2016, indígenas encontraron las huellas de destrozos de las que están dando cuenta peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE) para realizar una evaluación y proceder a la reparación de los daños.
Representantes de las 44 familias y 246 personas, han acompañado a los servidores públicos para el levantamiento del peritaje y lo que han encontrado es destrucción de sus viviendas, cafetales enmontados, corte de árboles de pino y cedro, muebles destruidos, sin animales de traspatio, bienes en los que el Estado Mexicano habrá de invertir para su reparación con la finalidad de estar en condiciones habitables para un eventual regreso digno y seguro.
Los representantes han señalado cuáles son sus viviendas, en algunas se complica el ingreso o el paso de lo que fue la sala o corredor a los patios por la vegetación que ha crecido, aunque su único sueño es volver al lugar donde vivieron, nacieron sus hijos y dejaron todo por salvar su vida y donde la exigencia sigue siendo de justicia, seguridad y protección para los suyos.
En la localidad asentada en medio de las montañas altas y frías de la región Altos Chiapas en el sur del país, los dueños y los peritos han constatado que la herrería de algunas ventanas fueron retiradas, se aprecia las huellas de la agresión en un sitio donde tendrán que construir nuevas formas de vida en caso consumarse el retorno por mandato de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Su abogado defensor, Diego Cadenas Gordillo, director del Centro de Derechos Humanos Ku'untik, ha seguido los pasos de los procesos penales en demanda de justicia y advierte que la última en busca de volver a su vivienda es de los indígenas víctimas, aunque el desafío será garantizar la protección con el compromiso de la comunidad de permitir a sus hermanos indígenas la vuelta a casa en un escenario de paz y de concordia.
Con mochila al hombro llevando lo indispensable para protegerse del frío y una merienda, chamarra azul, pantalón de mezclilla, botas de hule porque así lo amerita el sitio, además de una herramienta de trabajo, los jefes de familia acompañaron a los funcionarios públicos.
Una comisión de indígenas representantes de los desplazados hará presencia en las oficinas de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en los próximos días en el marco de la Medida Cautelar concedida por el organismo internacional, que además deberá recibir el reporte de la Fiscalía General del Estado sobre la evaluación de los daños.