“De enero a abril, es la temporada que los gimnasios en este valle lucen llenos, las personas que vienen son las que están preparándose para lucir esbeltos en la semana santa, y para lograrlo, destinan tres meses para dejar de consumir azúcares y pastas, tomar agua en abundancia y hacer ejercicio”, fue lo que nos dijo Mauricio Cruz Santos, propietario del gimnasio “Olympia Fitness”, en el barrio de San Francisco acá en la tierra de poeta.
Comentó que antes de la pandemia el aforo por hora de trabajo era de entre 10 y 12 personas, pero ahora ese número se redujo a cinco, para acatar las indicaciones de la secretaría de salud, y sanitizando cada dos horas el inmueble para que el lugar y los aparatos se mantengan limpios.
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“En este mes de enero es cuando más demanda tenemos, la lista ya va en 50 personas en esta primera semana, y para no vernos afectados dividimos a los clientes en horarios diversos, eso les ayuda a recibir una mejor atención por parte del instructor que está pendiente de su evolución.
De la cantidad mencionada, se estima que unos 30 al menos continúen el segundo mes, y unos 20 para el tercero, ya que muchos solo llegan a probar unos días y ya no regresan.
El dueño del gimnasio muy gustosamente y nos mencionó datos importantes para poder ver resultados positivos, lo primero que le piden a cliente es seriedad en lo que se inicia, responsabilidad con ellos mismos para con la dieta, ya que la primera petición es bajarle al consumo de pan, tortilla, cena, y refrescos, ya sea embotellados o con mucha azúcar.
“Lo que le sugerimos nosotros es seguir un plan alimenticio, tomar tres litros de agua diariamente, consumir frutas, carnes rojas, blancas, verduras, para que en tres meses (tiempo promedio), pueda ver el cambio y el resultado de la inversión”, sostuvo el profesor Cruz Santos.
Con referencia a los costos, este gimnasio a diferencia de otros que visitamos, no cobra a cliente el trabajo del instructor, acá se paga por hora-visita 20 pesos, por quincena 150 y por mes 270, la idea es ayudar la economía familiar y no cobrar caro para que el cliente se quede y se preocupe por su salud, que es el objetivo principal.