San Cristóbal de Las Casas.- Habitantes del Fraccionamiento Santa María, del norte de la ciudad, dieron como ultimátum el próximo miércoles, para que las autoridades municipales que preside Jerónima Toledo Villalobos, tiren una barda que un grupo minoritario construyó sin consultarlo en asamblea, ubicado sobre la calle 13 de octubre, que comunica con la Colonia Buena Esperanza.
“Se generó una problemática debido al cierre de esta calle (13 de octubre) a cargo de un grupo de personas de un representante ya destituido de nombre Ubaldo Sánchez, en compañía de otros dos que eran su secretario y tesorero, cuando se dio el problema no nos quedó que reunirnos e ir a la presidencia, ya hicimos los trámites pertinentes, ya tienen documentación, ya vinieron a hacer un levantamiento pero nos dan un plazo de un mes para que. Nos respondan, el mes ya pasó y seguimos con la problemática”, dijo Erick Joel Pérez Rodríguez, representante del Fraccionamiento Santa María.
Explicó que fueron alrededor de 13 personas quienes tomaron la determinación de poner la barda y cerrar el tránsito de la calle, en nombre del Fraccionamiento que son más de 150 viviendas, por lo que han determinado que si el próximo miércoles no hay alguna respuesta “con el apoyo de todos los vecinos, y la unidad, tiraremos la barda”.
Refirió que recientemente pavimentaron la calle con recursos del ayuntamiento y promovido por los ex representantes, y lejos de beneficiar a la población cierran la calle, lo que no debería permitirse, pues la calle fue donación de los vecinos a cambio de perder las áreas verdes.
Al respecto, Genaro Díaz Molina, representante de la Colonia Buena Esperanza, consideró que al ser una calle, no debería ser cerrada, por lo que le pidió a la presidenta Jerónima pronta respuesta, ya que los vecinos le han dicho que si no se actúa ellos tomarán otras medidas, “que ordene tirar la barda, es un acceso, donde deberían transitar colectivos, que tome cartas la presidencia”.
Aclaró que la apertura de esta calle beneficia de La colonia Buena Esperanza a 120 viviendas, y lo único que ha buscado es la mediación de las autoridades municipales, pero ante la nula respuesta, podrían ser los colonos quienes participen en el derribo de la barda, porque en la revisión de los planos del fraccionamiento “es calle, no privada”.