Chiapas podría volver a ser el granero del Sureste si se explota el potencial productivo de maíz, la problemática de fondo es que no se ha explotado todo su potencial productivo, del 2014 al 2018, de las 7 millones 818 mil 244 hectáreas ha destinado solamente 688 mil 050 hectáreas al cultivo de este grano básico, lo que significa un 8.80 por ciento de su disponibilidad de tierras agrícolas, afirmó el investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), Roberto Reynoso Santos.
Precisó el experto del INIFAP en el estado que de las 41 millones 778 mil 056 toneladas cosechadas en México, Chiapas aporta 1200, que implica un 2.87 por ciento, la producción de maíz es de 5.3 toneladas como promedio nacional, pero en el estado es de apenas 1.8 toneladas, por lo que desde hace muchos años dejó de ser un gran productor de maíz.
En cuanto al ingreso anual por la producción de maíz en el país es de 100 mil 879 millones de pesos y Chiapas alcanza 4 mil 320 millones de pesos, con el 4.28 por ciento, en un estudio analítico, subrayó que existe una problemática en la superficie relacionada con la baja productividad del maíz, como los suelos compactados y con acidez, el laboreo del suelo, pastoreo y quemas, factores que inciden en la exigua productividad.
Lee también: Cultivo de café y cacao en Montes Azules sin dañar la reserva: CONANP
Reveló que la producción de maíz en la región Frailesca, una de las más productoras de este grano, presenta actualmente un bajo rendimiento de 1.8 a 3.5 tonelada por hectárea, altos costos de producción y bajos retornos económicos, agroquímicos con baja eficiencia y alto riesgo de pérdidas por sequía es lo que permea en el campo en esa región y en general en el Chiapaneco.
Reynoso Santos dijo que alianza con The Nature Conservancy se ha implementado una “Estrategia de Recuperación de los Suelos de la Fraylesca” que consiste en "Recuperar fertilidad física del suelo para romper capa compactada y luego cero labranza, la fertilidad química del suelo con aplicación de cal en suelos ácidos y recuperar y mantener los niveles de materia orgánica, aunado a la nutrición integral del cultivo.
Conscientes de los beneficios que se obtienen con la innovación, varios están optando por el cambio, en la microcuenca El Tablón en Chiapas se trabaja con algunos grupos de productores que han entendido que es necesario cambiar la forma tradicional de producción de maíz, dentro de los que destacan el ejido Cristóbal Obregón y Cuauhtémoc en el municipio de Villaflores.
Cuenta que en parcelas demostrativas establecidas en 2016 con los cambios adoptados los rendimientos han ascendido de 3.5 toneladas por hectárea a 9 toneladas por hectárea, la innovación de combinar maíz con leguminosas como Canavalia, Cratylia e Inga redunda no solo en el rendimiento del maíz, sino en la biología del suelo con macro organismos y en la conservación de la humedad del suelo.
Destaca un impacto en la eficiencia del uso del nitrógeno, para obtener una tonelada de grano se necesita aplicar 64.5 kilogramo de nitrógeno en suelo desnudo, pero en un suelo con maíz y canavalia se requiere 45.4 kilogramo de nitrógeno, en un suelo con maíz, canavalia y cratylia argentea se necesita sólo 28.8 kilogramos.
Agrega que también los policultivos ayudan en el control de malezas a largo plazo, con la propuesta de agricultura de conservación y recarbonizacion de los suelos, gana el productor y ganamos todos, se obtiene más materia orgánica, carbono, más actividad biológica, mejor reciclaje de nutrientes, más retención de humedad, supresión de malezas y mejor hábitat para polinización.