Jorge Ortiz Arévalo, director general del rastro municipal de Tapachula, dio a conocer que vendieron más carne de res y destazaron más animales en los tiempos más críticos de la contingencia sanitaria por el coronavirus que este año.
Explicó que en los años 2019 y 2020 destazaba un promedio de 120 reses al día, sin embargo, este año sus ventas, así como la matanzas de reses cayó al 50 por ciento, debido a la crisis económica que se vive a nivel nacional y el incremento de los precios de los productos de la canasta básica.
“Definitivamente las ventas se cayeron porque los ciudadanos están pasando por un momentos complicado en materia económica, ya que muchos prefieren guardar a gastar los pocos recursos que tiene por la presencia de la Covid-19”, expresó.
Añadió que la falta de circulante es otro de los factores que afecta a los tablajeros de la ciudad en la distribución de su carne, así como el tráfico de carnes del vecino país de Guatemala.
Explicó que como todos los años contrataron más trabajadores, rentaron la misma cantidad de carros para transportar la carne, pero fue inversión en vano pues no recuperaron el recurso como todos los años, aún en los momentos críticos del SARS-COV-2.
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“Llegamos al grado de no sacar el sueldo de los trabajadores que se contratan de más en este mes para dar un mejor servicio a nuestros clientes, es más, de los tres camiones que se contrataron solo se está utilizando uno y los otros dos están parados” abundó.
Aseguró que este ha sido el año más terrible para la comercialización de la carne de res, ya que en el mes que terminó no llegaron a matar 120 animales como en el año 2019 y 2021.
“El incremento de los precios es otro de los factores que impidió a los ciudadanos llegar a comprar carne, pues en el mes de diciembre pasado tuvo un incremento del 15 por ciento la carne de res”, manifestó.
Señaló que el incremento de los precios no sólo se dio en la carne de res, sino en la carne de cerdo y pollo, así como en otros productos que se distribuye en los centros de abastos de la ciudad.
“Las pérdidas que se dieron el año pasado fueron general por la falta de circulante de los ciudadanos, ya que recordemos que si no hay circulante no hay una rotación de los recursos que beneficia a todos”, puntualizó.