Este martes marca el cierre del Carnaval que se inició hace cuatro días en honor al Santo Entierro, el K'intajimol, también conocido como "fiesta de los juegos". Mariano de Jesús Pérez Hernández, originario de Zinacantán y coordinador de Casas de Cultura del Celali, compartió detalles sobre esta festividad arraigada en la cosmovisión del pueblo tzotzil.
En una entrevista, Pérez Hernández explicó que en la región Altos de Chiapas, el K'intajimol celebra los cinco días perdidos del calendario Maya, marcando el término de la cosecha y el comienzo de un nuevo ciclo en el municipio tzotzil. Este año, el Carnaval en Zinacantán se llevó a cabo del 9 al 13 de febrero.
La organización y realización de la celebración recae en dos figuras centrales: el paxion, un mayor, y un menor (Bankilal xchi'uk its'inal paxion); Xuves y J-tot j- ik'al negro mayor. La festividad, profundamente arraigada en la cosmogonía del pueblo tzotzil, está relacionada con la madre Tierra. Durante el Carnaval, la gente visita sitios sagrados para ofrecer ofrendas, velas, incienso, música y danza, expresando gratitud a Dios y a la madre Tierra por la conclusión de una cosecha y preparando el inicio de un nuevo ciclo.
Las noches del Carnaval incluyen visitas a las casas de los cargueros tradicionales, acompañados por niños, jóvenes y adultos con diversos disfraces. Los paxiones ofrecen la tradicional "chicha" como bebida dulce. Según Pérez Hernández, esta celebración se lleva a cabo desde la fundación de Zinacantán, siendo una tradición milenaria que ha perdurado a lo largo del tiempo.
El inicio del Carnaval incluye ceremonias en el atrio de la Iglesia y la preparación de insumos, como la adquisición de reses para el convivio. Durante la semana previa al evento, los participantes se organizan y preparan, culminando en el viernes, cuando el negrito mayor se reúne con los paxiones y el xuves.
En los días subsiguientes, se realizan recorridos en las casas de aquellos que tienen cargos, como paxiones, mayordomos, alférez y sacristanes. La organización conjunta y las visitas a lugares sagrados son esenciales en la celebración. El martes, culminan con carreras en la casa del paxionero y una concentración en el atrio de la iglesia, donde las autoridades locales participan en danzas y actividades para finalizar el Carnaval.
Pérez Hernández destacó que el personaje del negrito está relacionado con el Popol Vuh, siendo la representación del inframundo desde la cosmovisión de los pueblos tzotziles, tzeltales y mayas, abarcando los tres niveles del espacio: el inframundo, la parte terrenal y el cielo.