Hace unos meses se dio a conocer investigaciones en el Campo Experimental Rosario Izapa del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), en Tuxtla Chico, que dio resultado una variedad de cacao llamada “Regalo de Dios” en el que se resaltaron sus cualidades que lo hacen óptimo para la industria chocolatera y confitera.
A través de un artículo, el Inifap argumenta que “Regalo de Dios”, representa una oportunidad de cultivo y rendimiento para las pequeñas unidades productivas. Esta variedad, menciona, se hizo a partir de la selección mediante la metodología de mejoramiento participativo.
Sin embargo, productores que siembran y cosechan el cacao nativo de la región, rechazaron que esta variedad que impulsa el Inifap tenga las cualidades organolépticas que se requiere para exportar este cultivo como un producto de calidad, tal como lo requieren las exigencias de los países de exportación.
El productor David Casimiro Gutiérrez, presidente de los productores ecológicos de cacao del Soconusco, afirmó que respeta las investigaciones del Inifap, pero no están de acuerdo, que esta variedad tenga las características adecuadas que el mercado exige como el sabor y el aroma.
Refirió que la variedad “Regalo de Dios”, sólo es para fines comerciales como la manteca y la cocoa, pero no reúne las características que permiten la exportación del producto, como sí lo hace el cacao nativo, y es que, al ser un clon, pierde las cualidades, por lo que no están de acuerdo que el gobierno quiera imponerles esta variedad a los productores de la región.
El cacao nativo del Soconusco comprende 5 mil hectáreas de las 6 mil que se cosechan en la región, a su vez, gracias al tratamiento que le dan los productores, han podido encontrar canales de comercialización en mercados europeos como Francia, Bélgica, Inglaterra, así como Estados Unidos en la ciudad de Nueva York.
Casimiro Gutiérrez afirmó que el cultivo del cacao nativo en el Soconusco, se considera un mercado plus, donde por cada hectárea se puede generar hasta 800 kilos de esta preciada semilla, por lo que mantendrán su resistencia a la posible imposición de las autoridades.
Finalmente mencionó que a pesar de la susceptibilidad que tiene el cacao nativo a las plagas, el precio que obtienen los productores es mal alta a las plantaciones clones, ya que el kilogramo de granos nativos supera los 100 pesos mientras que los clones a penas alcanzan los 45 pesos.