Altamirano.- Desde hace 18 días, la cabecera municipal de Altamirano se encuentra paralizada debido a bloqueos carreteros instaurados por alrededor de 500 ejidatarios de la localidad. Estos manifestantes impiden el tránsito libre de los habitantes del municipio y sus visitantes, y amenazan con cortar el suministro de agua y energía a aquellos que se opongan a su movimiento.
La estrategia de los ejidatarios es forzar a la ciudadanía a unirse a su causa mediante un peculiar "pase de autorización" que declara: "Este ciudadano puede pasar porque es miembro de este movimiento ejidal". Esta táctica ha generado un ambiente de presión, donde los habitantes se sienten compelidos a respaldar la protesta.
A pesar de la prolongada situación, los más de 20 mil habitantes de la cabecera municipal han optado por buscar una solución pacífica a través de las autoridades. Sin embargo, la paciencia de la ciudadanía está llegando a su límite, al sentirse prácticamente secuestrados por los manifestantes.
Por otra parte, se ha gestado un nuevo conflicto con habitantes de diversas comunidades y ejidos de la zona alta, centro y tojolabal del municipio. Estos han amenazado con intervenir para desalojar a los manifestantes, ya que les resulta imposible cruzar la carretera y acceder al mercado o tianguis para vender sus cosechas.
La única demanda de los ejidatarios es la destitución de los funcionarios del concejo municipal de Altamirano, a quienes acusan de tener vínculos con el grupo paramilitar “14 de agosto”. Este grupo se vio involucrado en un violento enfrentamiento el pasado 8 de agosto, que resultó en la muerte de una persona y dejó a otras cinco heridas por arma de fuego. Los disparos estaban dirigidos hacia un grupo de ejidatarios.
A medida que los días transcurren, la tensión en Altamirano aumenta y la población espera una pronta solución a esta situación que mantiene paralizada a la comunidad. Las autoridades locales continúan buscando una vía para resolver el conflicto y restaurar el libre tránsito en la zona.