Ante el considerable incremento que han tenido los precios de fertilizantes en el último año, los biofertilizantes se han convertido en una de las alternativas más redituables para los campesinos.
El coordinador territorial del programa Sembrando Vida, Jorge Aguilar Reyna, afirmó que se prevé que el aumento de precios de fertilizantes generará una crisis alimentaria, por ello, impulsan a través de biofabricas la elaboración de insumos de alta calidad y amigables al medio ambiente.
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Dijo que actualmente el costal de urea de 50 kilogramos se comercializa en mil 300 pesos cuando anteriormente estaba entre 150 y 300 pesos, lo cual ha provocado que muchos campesinos dejen de cultivar sus tierras.
Señaló que una alternativa a estos fertilizantes para lograr una producción sostenible es la utilización de productos amigables con el ambiente, con base en microorganismos promotores de crecimiento vegetal, en forma de biofertilizantes.
Detalló que estos productos tienen la capacidad de movilizar los nutrientes en el suelo de forma natural sin afectar el ambiente y, sobre todo, sin perjudicar el rendimiento de las plantas.
Indicó que el uso de biofertilizantes elaborados a base de microorganismos fijadores de nitrógeno o solubilizadores de fosfatos permite reducir la aplicación de fertilizantes de síntesis química, y de esta manera se puede mitigar tanto el lavado de nutrientes en los cuerpos de agua, como el impacto ambiental asociado al uso de estos fertilizantes.
Puntualizó que actualmente a través del Programa Sembrando Vida y de la Secretaría impulsan biofábricas, donde los mismos campesinos elaboran aproximadamente 2 mil 500 litros de biofertilizantes.
Resaltó que en las biofábricas se cultivan más de 18 cepas de microorganismos orientados a las mejoras de nutrición radicular, así como para el control biológico y antagónico de enfermedades cada vez más recurrentes como hongos, bacterias, virus y nematodos.
Cabe mencionar que la presencia de microorganismos es de gran importancia en los ecosistemas naturales, por las diversas funciones que realizan en cada uno de ellos, como, por ejemplo: incrementan la fertilidad de los suelos, evitan la toxicidad de los metales pesados para los seres vivos e incrementan su excreción y disponen nutrientes.
Mencionó que los sembradores al fabricar sus propios fertilizantes orgánicos, mejoran los parámetros físicos del suelo, por lo que dijo que es una herramienta básica y de gran utilidad para el desarrollo de una agricultura limpia y amigable con el entorno productivo. Asimismo, se reactivan cultivos estratégicos que permitan desarrollar insumos de alta calidad y mínimo impacto ambiental
