Miguel Ángel Gómez del Carpio, originario del municipio de Berriozábal, es el creador de las catrinas del parque de este municipio, transformando el parque de Berriozábal en un espacio artístico lleno de vida y tradición. Con la colaboración de un equipo de 30 personas, entre ellos cinco artesanos, Gómez del Carpio lideró la elaboración de esculturas espectaculares que celebran el Día de Muertos, dando vida a las catrinas de este lugar.
Cabe mencionar que en este año 2024 nuevamente usaron las catrinas de Miguel para embellecer el parque central, siendo el centro de atención. De acuerdo con el artista, esta vez no fue él quien las retocó, sino que solo fue mantenimiento, por lo que la figura sigue siendo la misma del año pasado.
En una entrevista, Gómez del Carpio relató que presentó el proyecto al presidente municipal, Jorge Acero, y a su esposa, María Penagos, quienes aprobaron la iniciativa, esta propuesta hecha en el 2023. La propuesta incluyó la reutilización de materiales como periódico, cartón y estructuras metálicas del año pasado. "Soldamos las estructuras con fierro y varillas, luego las cubrimos con cartón, y finalmente el equipo aplicó engrudo y pintura", detalló. Las piezas fueron terminadas por Josué, un artista encargado de dar los toques finales con pintura acrílica.
Entre las figuras destacan 2 catrinas y un catrín, dos calaveras y un alebrije (perro). La pieza central del parque es una majestuosa catrina de 6.5 metros de altura, acompañada por un catrín, bautizados como Romeo y Julieta. Más allá de la historia clásica, estas figuras representan a una pareja autóctona del municipio, elaborada con detalles como pies de ixtle, flores locales llamadas "primavera de Chiapa", y en la cintura una hamaca hecha por artesanos.
El catrín, esta ocasión, fue pintado por completo en color amarillo y colores alusivos; además, entre sus manos también tiene una hamaca elaborada por artesanos locales. Ambos portan en su cabeza flor de cempasúchil, el catrín con sombrero y ella con corona.
Las figuras requirieron un trabajo de entre 30 y 40 días, con jornadas diarias de ocho horas. La catrina central consumió más de 40 kilos de periódico, 18 kilos de cartón y 40 kilos de estructura de fierro. Además, algunas piezas fueron recicladas del año anterior, como la catrina sentada en una banca, que fue reformada en solo cinco días.
Los arcos del parque fueron decorados en esta ocasión con papel china en tiras; por otro lado, los alebrijes de perro que rinden homenaje a las mascotas, destacando su importancia en la vida familiar, incluso después de su partida. Así como calaveras en el parque del pasillo de artesanos.
El parque de Berriozábal ya se ha convertido en un punto de encuentro para la comunidad y los visitantes, quienes pueden tomarse fotografías con las figuras y disfrutar de un ambiente lleno de arte y cultura.
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