El balneario Ojo de Agua, ubicado en San Lucas, Chiapas, ha experimentado cambios significativos debido a la intensa lluvia del martes. Este popular destino turístico, situado a una hora y media de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, pasando por Villa de Acala, y a 45 minutos de San Cristóbal de las Casas, bajando por el Pozo Colorado, ha visto su entorno habitual alterado por las condiciones climáticas.
Las lluvias han provocado un aumento considerable del caudal de agua, transformando temporalmente el paisaje del balneario. Visitantes y residentes locales han observado cómo la fuerza del agua ha modificado la apariencia y accesibilidad del lugar, afectando su atractivo natural, así como el color del agua, que se ha convertido a lodosa.
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Este cambio ha dejado una impresión notable en quienes frecuentan el Ojo de Agua. Las fotografías de los visitantes muestran un paisaje distinto, con caminos inundados y áreas de recreo parcialmente sumergidas, así como uno de los toboganes que mantiene este balneario ha sido superada por las fuertes corrientes.
A pesar de estas condiciones adversas, el balneario sigue siendo un punto de interés, mostrando la resiliencia y adaptabilidad del entorno natural de Chiapas. Los visitantes, así como habitantes esperan que, una vez que las lluvias cesen, el Ojo de Agua recupere su apariencia original y continúe siendo un lugar de esparcimiento para todos.
Mientras tanto, las fuertes lluvias que se han mantenido ha impedido el acceso a los visitantes recordándonos la fuerza de la naturaleza y la necesidad de estar preparados para sus cambios. A medida que el clima se estabilice, se espera que el balneario vuelva a su esplendor habitual, listo para recibir a turistas y locales por igual.