Debido a la pandemia del coronavirus ha mejorado la calidad de la atmosférica y se ha disminuido la contaminación ambiental, por lo cual, las Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales debe impulsar programas para ayudar a desnutrir más la contaminación
El Centro de Investigaciones con Visión para Mesoamérica (CIM) de la universidad autónoma de Chiapas, advirtió, que el resultado de esas medidas para prevenir el Covid-19 no debe considerarse como sustitutas de las acciones contra el cambio climático y se deben aplicar programas en su beneficio.
“Si bien, el paro de la movilidad de las personas y las actividades empresariales, principalmente en el sector industrial, como consecuencia de la crisis sanitaria y económica por el coronavirus, han ayudado a mejorar la calidad del aire en distintas ciudades del país y ha reducido la contaminación ambiental, es necesario que las autoridades de México hagan también su papel”, indicó Vicente Castro Castro, Investigador del CIM de la UNACH
El investigador del CIM de la UNACH, detalló en confinamiento social ha ayudado a otros ecosistemas como: playas, montañas, valles, bosques y selvas, también la contaminación ha reducido, pero, es necesario plantear una estrategia para aprovechar el momento y limpiar más estás áreas que son de vital importancia.
Mencionó, que la sociedad no tiene la cultura para cuidar el entorno y que si eso no cambia, el escenario ambiental para el regreso a las actividades normales es poco alentador, ya que las personas saldrán con ganas de ir a las playas, al campo y las montañas, y eso, provocará una mayor contaminación a la que se tenía antes del Covid-19.
El investigador, enfatizó, que es momento de aprovechar el esfuerzo que hacen las autoridades sanitarias por mitigar la pandemia del coronavirus y poner manos a la obras e impulsará estímulos económico para apoyar el cambio climático a largo plazo.
Ejemplificó que está el programa de empleo temporal para los migrantes que están en la ciudad y que se aprovechar para realizar limpiezas de playas, así como de área protegidas para mejorar su cuidado.
Además, comentó que se debe hacer prácticas comerciales e industriales más amigables con el medio ambiente y el clima para no seguir dañando el planeta.
Recordó, que un grupo de científicos de la organización de las naciones unidas, ponen como fecha límite el 2030, para reducir el aumento de la temperatura global a un máximo de 1,5 grados centígrados.
“Este respiro que el Covid-19 le está dando a la Tierra, los políticos y autoridades lo deben aprovechar para plantear una normativa que garantice la estabilidad de los ecosistema del país, finalizó.