Asaltantes que se refugian en hoteles, bares y cantinas ubicados en las inmediaciones de los mercados Sebastián Escobar y 5 de mayo, así como en la terminal de Corto Recorrido mantienen asolados a los transeúntes y comerciantes de esa zona, los atracos son constantes y ocurren a toda hora del día, principalmente por la tarde y noche, ante la falta de oportuna y eficiente intervención de las autoridades policiacas.
Carlos López, comerciante recientemente atracado por dos delincuentes, presuntamente centroamericanos que lo amagaron con una navaja y lo despojaron de dinero y celular, dijo que es evidente que existe inseguridad, pero en la zona de mercados y terminales de pasaje es mayor, en algunos casos la población y comerciantes actúan en defensa del agraviado, pero en general los afectados no hacen su denuncia por la pérdida de tiempo que esto representa, lo ideal es que haya vigilancia y se implementen operaciones de inteligencia para detener a los delincuentes.
Indicó que en la zona, la presencia de adictos, ebrios y personas con problemas mentales no son el principal problema, ya que a este se le suman los delincuentes que en parejas o con más cómplices despojan del dinero y bienes personales a los transeúntes, a pesar de que se trata de una zona céntrica localizada a menos de tres cuadras del palacio municipal de Tapachula.
Señaló que esta zona se ha convertido en uno de los puntos más peligrosos para peatones, ante este mal social, los comerciantes en algunos casos han instalado cámaras de videovigilancia, ya que los anuncios de vecinos vigilantes que colocaron y la organización no son suficientes,. además de la poca presencia policial, estos son burlados por los delincuentes que utilizan con destreza y rapidez armas blancas para cometer su fechoría contra quienes caminan por la zona.
Por la tarde noche el peligro es mayor, jóvenes mujeres que tienen la necesidad de transitar por esa zona para dirigirse a las terminales de Corto recorrido, la Huehueteca, la Mazateca, las Iguanitas para abordar unidades del servicio público de pasaje para dirigirse a sus municipios en la zona fronteriza con Guatemala o en la zona costera muchas han sido víctimas de la delincuencia.
Remarcó que en la zona constantemente se registran peleas entre parroquianos que acuden a las cantinas de la zona o de personas que se oponen a los atracos, los comerciantes temen ser víctimas y aunque son testigos de algunas irregularidades no denuncian porque están amenazados.
Los delincuentes están aliados no solo con las mujeres que tienen esa zona como punto de encuentro para ofertar sus servicios sexuales, sino también a los ebrios y vagos, por lo que cuando la policía ha intentado actuar, estos se agrupan y evitan las detenciones porque se arman rápidamente con palos y piedras para defender a los delincuentes.
En esta zona céntrica también eventualmente hay presencia de los llamados “boliteros” que operan con impunidad, en ese sentido, mencionó que es necesario que los esquemas de seguridad tanto municipales, estatales y federales no excluyan la zona de vigilancia oportuna que de certeza, seguridad y confianza a las personas que acuden a realizar sus compras o abordar las unidades del transporte público.
