Tapachula.- Con el anuncio del reinicio de operaciones de la Casa del Migrante Scalabrini o Albergue Belén, como más se le conoce, ahora desde una perspectiva diocesana, el obispo, Jaime Calderón afirmó que se continuará con orden y respeto a acompañar a los migrantes y refugiados, respondiendo a la exigencia del evangelio “denles ustedes de comer” (MC 6,36), ofreciéndoles además un techo digno para que se sientan parte de la casa común.
Aseguró, que con la nueva responsabilidad en este albergue Belén se hará todo lo posible porque las cosas que se hagan sean de bien.
“Quién llegue a este lugar tiene que hacerlo con respeto, porque nadie puede llegar a casa ajena, aunque sea invitado a hacer desorden. La iglesia siempre es promotora de la paz y lo que queremos es que haya paz y respeto; toda persona que desee ser recibida en este lugar tendrá que sujetarse a la normativa”, enfatizó.
Y sobre la llegada de otra caravana de migrantes, el obispo Jaime Calderón exhortó al gobierno de México a que haga más humanitarias las políticas migratorias hacia quienes ingresan al país por la frontera sur y que atienda el fenómeno migratorio de forma ordenada y segura.
También pidió a los migrantes que se sienten con la motivación de querer viajar e ingresar a nuestro país, que se abstengan de tratar de hacerlo con violencia, tal y como sucedió el año pasado en la frontera Tecún Umán-Suchiate.
“Los exhortamos a no usar ningún medio, no dejarse provocar ni provocar, porque llegan a un país que vive momentos de violencia, pero con gente muy noble y hospitalaria. Las autoridades tendrán que hacer valer las leyes, pero siempre habrá que tener mucho respeto y si en ese conjunto viene gente violenta decirles que no son bienvenidos”.