Cada jueves santo, la iglesia católica celebra la eucaristía de una forma especial, además de los feligreses, convocan de forma especial a doce personas que no pertenecen al Clero para hacer el papel de los apóstoles de Jesús, y el sacerdote le lava los pies como el mismo hijo de Dios lo hizo cuando estuvo en la tierra.
Por motivos de pandemia, en los últimos dos años se ha realizado con muy poco aforo en el templo, después de las dos lecturas y el evangelio, el sacerdote toma una toalla, una cubeta con agua y se dispone a emular lo que Jesús hizo con sus apóstoles, (a esto le llaman lavatorio de pies), posteriormente hace la bendición de los panes ácimos y posteriormente se hace la consagración.
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En Cintalapa, fueron muy pocas las capillas que lo llevaron a cabo en horarios diferentes, ya que por indicaciones de las autoridades de salud no podían hacerlo en todas.
Mencionar que el jueves santo, Jesús instituyó la eucaristía durante la última cena, estableció el sacerdocio ministerial al decirle a sus apóstoles “hagan esto en memoria mía” (1 Cor. 11.25), lavó los pies a sus discípulos para enseñarles el mandamiento del amor y del servicio, después de la cena fue a orar al huerto de Getsemaní, en el monte de Los Olivos donde fue traicionado por Judas Iscariote y entregado a la guardia de los judíos, esa misma noche lo llevaron a la casa de Anás y de Ciafás donde fue interrogado y golpeado toda la noche.
El día viernes, el viacrucis se realizará en algunas capillas, con muy poca gente y cada equipo de comunión determinará si caminan por algunas calles o si lo hacen dentro de la capilla.