Ocozocoautla.- Las inmediaciones del mercado público municipal se convirtió en poco tiempo en un exceso del comercio informal, situación que ha venido a golpear duramente la economía de los mismos locatarios, pues la pandemia y el ambulantaje, han quebrado muchos de los negocios que se encontraban al interior de la central de abasto.
En tres años de administración, y a unos cuantos días de terminar el mandato del presidente Alfonso Estrada Pérez, una de las herencias con la que tendrá que lidiar el nuevo gobierno será el comercio ambulante, mismo que creció un 200 por ciento en el último periodo municipal.
Y es que la avenida central, desde la 2ª hasta la 6ª oriente así como la 1ª sur en ese mismo rango de calles, se ha convertido en el lugar ideal del ambulantaje, donde a los carros se les complica el libre transito y en donde las personas tienen que caminar debajo de la acera pues las banquetas están ocupadas por estos comerciantes.
Puedes leer: Comercio informal en Tuxtla Gutiérrez se mantiene a pesar de la pandemia
De acuerdo a los mismos comerciantes, se sabe que por parte del ayuntamiento se les cobra una cuota diaria de 10 pesos por cada vendedor ambulante, lo que presumen que diariamente ingresa a las arcas entre 2 mil 500 y 3 mil pesos diario, situación que ha hecho que este comercio informal continúe en las calles, a pesar de las afectaciones que representa para los transeúntes y para los mismos locatarios.
Además de que los negocios que se ubican en la 1ª sur y en la avenida central también tienen el permiso del ayuntamiento de ocupar las banquetas, por lo que sus productos los exhiben hasta en la misma calle, haciendo aún más reducido el espacio para quienes pasan por dicho sitio.
El ambulantaje, como han mencionado los locatarios, es el mal que ha dejado la actual administración municipal, en donde se les permitió a vendedores de otros municipios establecerse y afectar la economía de los locatarios, por lo que ahora es una herencia que esperan pueda solucionar el próximo gobierno municipal.