A pesar de los efectos del cambio climático y la excesiva deforestación que hay en la zona, la producción de miel en la Sierra - Soconusco se ha convertido en una actividad redituable para más de 450 familias, cuyo sector genera una derrama económica de más de 15 millones de pesos anualmente.
El coordinador de cultivos tropicales del Centro de Agroecologia San Francisco de Asís (Casfa), Iván Román Noriero, dio a conocer que cada año se producen más de 250 toneladas de miel orgánica en los municipios de Huehuetán, Motozintla, Amatenango de la Frontera y Siltepec, cuyo producto ha tenido gran aceptación en el mercado nacional e internacional.
Dijo que debido a los procesos de producción, ya que no se utilizan agroquímicos en los terrenos donde están instalados los apiarios, se ha logrado la certificación orgánica, lo que permite acceder a mejores precios de comercialización, ya que cada kilogramo alcanza un precio de 160 pesos cuando la miel tradicional apenas y alcanza los 100 pesos.
Señaló que por su calidad en cuanto a sabor y propiedades organolepticas, la miel producidas en el Soconusco ha tenido gran demanda en la Ciudad de México, en varios estados del norte del país y en países de Europa, en donde se han enviado algunos embarques de prueba de este producto orgánico.
Detalló que la región Soconusco tiene una estimación alta en la producción de miel, sin embargo, el uso indiscriminado de agroquimicos y la tala inmoderada de árboles ha eliminado el hábitat a las abejas, lo cual pone en riesgo cualquier sistema de producción en el campo.
En varios municipios del Estado existen proyectos apicolas y es que Chiapas está catalogado como una de las entidades del país con mayor calidad de miel, por el tipo de plantaciones que hay, además es una de las más comercializadas a nivel nacional, pero hace falta mayor difusión y apoyo para buscar recursos que permitan la integración de sistemas de producción.
Finalmente mencionó que el periodo de noviembre - abril, son los meses mas importantes para el desarrollo de la apicultura, mientras que los meses restantes, los productores tratan de dar mantenimiento a la instrumentación, y brindarles alimentación a las abejas para el nuevo periodo de producción.