Cientos de familias de Tuxtla Chico se reúnen para realizar las tradicionales alfombras o tapetes hechos con aserrín, llenas de colorido y con imágenes de aves, flores, frutas e incluso religiosas.
Desde 1994 se realiza esta actividad, iniciada por las ciudadanas Lesvia Cruz de Hernández y Gloria Morales de Guzmán con una alfombra hecha de flores, en la actualidad participa toda la población e incluso turistas que visitan el municipio.
Son cerca de 2 kilómetros que se llenan de colores como preámbulo del recorrido que realizará la Virgen María de Candelaria por las principales calles de este municipio, al que llegan miles de familias de diferentes partes del país y el extranjero.
Para realizar las figuras que se pueden observar durante todo el recorrido de la Patrona del Pueblo, los habitantes se congregan desde una noche antes para realizar los trazos de las imágenes que colocan.
Esta tradición es la principal actividad que une a todo un pueblo, así como a las personas que llegan de visita procedentes de otros lugares y que se suman a la elaboración de las alfombras.
María Fernanda Meléndez Alfaro, platicó para Diario del Sur que ella tiene varios años participando con la elaboración de las alfombras, pues fue una tradición que le heredaron sus padres y los mismo están haciendo con sus hijos, “Todos los que somos católicos participamos en esta tradición colorida para dar gracias a la Virgen Santa María de Candelaria por todas los bendiciones y alejarnos las enfermedades”, expresó.
Explicó que las familias se preparan con 10 a 15 días de anticipación para conseguir el aserrín, limpiarlo y pintarlo para que el día 2 de febrero esté listo para colocarlo.
Añadió que esto es parte de la cultura del pueblo y que le da entidad a todas las familias católicas de Tuxtla Chico que participan con fe en la fiesta que se realiza.
Cabe recordar que el año pasado se realizaron las tradicionales alfombras y de acuerdos a las autoridades fueron un promedio de 50 mil visitantes los que llegaron a este municipio fronterizo con Guatemala.
Hace dos años no se llevó acabo la tradicional feria en honor a la Virgen María de Candelaria por la contingencia sanitaria del coronavirus que paralizó esas actividades para evitar contagios de la enfermedad.