Cintalapa.- Como cada año, el barrio de Guadalupe en este valle de Figueroa se abarrota de miles de peregrinos, que por cumplir una manda o por amor a la morenita del Tepeyac, recorren cientos o miles de kilómetros con una antorcha, para llegar a su destino el día 12 de diciembre.
Emilio Toledo Vila, director municipal de protección civil, dijo que han estado muy atentos para poder brindar atención a los peregrinos, ya que la idea es que regresen con bien a su destino y no surjan contratiempos.
Las cámaras de este medio de comunicación dan cuenta de la fe que mueve a hombres, mujeres, niños y ancianos que, sin importar el clima, el cansancio o alguna enfermedad, portan el uniforme de manta y van caminando por la carretera, demostrando su amor guadalupano.
En Cintalapa, el día de ayer 10, es cuando más antorchistas visitan este lugar, para salir al amanecer del 11 y pernoctar ese día en un punto cercano a su lugar de origen.
Destacar que el 90 por ciento de los peregrinos son indígenas, personas que con su vestimenta autóctona cada año participan en un grupo de antorcha, motivados por el amor a la emperatriz de América.