San Cristóbal de Las Casas.- Los desplazados y sobrevivientes de la Masacre de Acteal de 1997 y que conforman la Organización de la Sociedad Civil “Las Abejas”, cumplen 20 años de haber llegado al campamento Nuevo Yibeljoj, lugar donde se salvaguardaron de agresiones paramilitares y donde han podido continuar con sus acciones de resistencia, dignidad y autonomía.
En un comunicado de prensa, recordaron que un mes antes de la Masacre fueron obligados a salir de sus casas bajo amenazas de muerte y se refugiaron en el campamento Juan Diego X-oyep, pero al no haber condiciones adecuadas para subsistir decidieron reubicarse y gracias a un grupo de hombres y mujeres que tuvieron un corazón solidario, consiguieron un lugar para fundar lo que hoy es, el campamento Nuevo Yibeljoj.
“Los acuerdos fundamentales que se establecieron en el campamento Nuevo Yibeljoj, eran: no aceptar proyectos y programas asistencialistas del mal gobierno, no partidos políticos, no sectas religiosas, entre otros. Creamos nuestro propio proyecto de educación, salud, colectivos de economía alternativa, cuidado de la madre tierra y, todo esto acordamos practicar y fomentarlos en nuestra reubicación de campamento”.
Asimismo, refieren que aunque ahora sean menos familias quienes sostienen ese compromiso que asumieron hace 20 años, hoy lo vuelven a confirmar: “seguir en la resistencia, seguir organizados en la Sociedad Civil Las Abejas de Acteal, seguir caminando con los sobrevivientes de Acteal que demandan justicia desde hace casi 23 años y que hasta la fecha ese crimen de Estado sigue impune”.
“Nosotros como desplazados de la guerra de contrainsurgencia en el año de 1997, y los sobrevivientes de la masacre de Acteal, a través de nuestra organización Las Abejas, hemos venido exigiendo una investigación verdadera y el castigo a los paramilitares responsables de los hechos previos y durante la masacre de Acteal y del mismo modo a los autores intelectuales”, suscriben.
Por último, mencionaron el caso de Aldama y el Sector Santa Martha donde hay personas sufriendo y viviendo en las montañas por temor de ser agredidos, “los 20 años de nuestra lucha y resistencia no caben todo en este comunicado, pero les pedimos lleven en su corazón nuestra palabra humilde, no nos hemos vendido, nuestra dignidad no tiene precio, no traicionaremos la sangre derramada en Acteal, y de las y los que han dado su vida por nosotras y nosotros”.