La Reserva de la Biosfera Montes Azules fue declarada el 12 de enero de 1978, en un polígono de 331 mil 200 hectáreas en una región con 19 mil 921 habitantes, en los municipios de Las Margaritas, Maravilla Tenejapa y Ocosingo, en la Selva Lacandona, sus moradores han influido en las tareas de conservación, hoy una hectárea puede albergar 160 especies de plantas vasculares y hasta 7 mil árboles.
Es administrada por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CNANP), a pesar de los trabajos de conservación, presenta problemas complejos esa ANP en la frontera con Guatemala, tala clandestina, la cacería ilegal, la explotación no planificada de recursos naturales, la ocurrencia de incendios forestales, la expansión de la frontera agrícola, la ganadería extensiva, la ocupación ilegal de tierras y el tráfico ilegal de especies.
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De acuerdo con ambientalistas de la CONANP, un árbol de esa Área natural Protegida (ANP) se pueden producir 70 especies de orquídeas, estas plantas son una familia de monocotiledóneas que se distinguen por la complejidad de sus flores y sus interacciones ecológicas con los polinizadores y hongos con los que forman micorrizas.
Esta zona sujeta a conservación, si bien presenta un gran trabajo en materia de conservación, restauración, mantenimiento y monitoreo, durante los años 70 y 60 fue fragmentada en muchos terrenos agropecuarios, los procesos de recuperación de la biodiversidad han enlazado los sitios turísticos de la región como las aguas del río Lacantún y Usumacinta, las lagunas Miramar y Lacanjá, así como los ríos Negro, Tzendales y San Pedro.
Estos lugares son visitados por turistas locales, nacionales e internacionales, uno de los grandes promotores de la biodiversidad de la región es Daniel Chankin, a través de su empresa Aventuras Chankin, así como Elías Chan Bor Yuk, sitios que se promocionan de manera conjunta con el complejo arqueológico Bonampak y Yaxchilán.
El esfuerzo de conservación de la Reserva de la Biosfera Montes Azules ha permitido lograr la recuperación de las poblaciones de fauna en peligro de extinción, entre otras las especies de jaguar, el tapir, el jabalí de labios blancos, el mono saraguato, el mono araña y la guacamaya roja; el sitio brinda al viajero la oportunidad de recorrer sus senderos o navegar a lo largo de las aguas del río Lacantún y Usumacinta.
Lo que pueden presumir es que a pesar de los problemas que la zona enfrenta, la selva Lacandona y la Reserva de la Biosfera Montes Azules es el centro de más alta diversidad biológica en la región tropical del continente americano, región que forma parte de la Red Mundial de Reservas de la Biósfera, incluye el 20% de las especies nacionales de plantas, el 30 por ciento de las aves, el 27 por ciento de los mamíferos y el 17 por ciento de los peces dulceacuícolas.