La moneda de un peso es el objeto que más ingieren los infantes, “es una emergencia frecuente en nuestra población, acción que se genera por la curiosidad propia de los niños”, afirmó el doctor César Rodríguez González, gastroenterólogo pedíatra del Hospital de Especialidades Pediátricas (HEP).

Dijo que a la ingestión de cuerpos extraños se refiere a la actividad de deglutir cualquier objeto que no sea alimento, tal es el caso con la moneda que se debe a los saltos, el susto y los gritos de los pequeños.

“Esto provoca que la moneda se les quede en el primer tercio del tubo digestivo, que es el esófago, órgano delicado y si el objeto permanece mucho tiempo puede ocasionar lesiones que serían para toda la vida”, afirmó.

Explicó que lo peor es que los padres no se den cuenta a tiempo, “puede pasar completamente asintomática, pero cuando ha pasado un tiempo se puede apreciar que hay problemas para deglutir los alimentos sólidos y existe mucha salivación”.

Por ello recomendó que ante la sospecha de que el niño se tragó cualquier cosa, hay que acudir al médico para que le realice una inspección rápida.

Agregó que, de cien pacientes que llegan al nosocomio con un cuerpo extraño en el esófago, más del 90 por ciento son monedas, de las cuales el 50 por ciento son de a peso; en tanto, las de 50 centavos siguen el camino natural de los alimentos hasta la defecación.

Por último, indicó que los infantes de uno a seis años corren más riesgo para estos casos, “la edad pico es de tres años, lapso donde se han presentado más casos; es la edad más peligrosa, donde los padres deben tener más cuidado con los menores”, finalizó.