A pesar de los avances en el mundo digitalizado, las bibliotecas sobreviven, sin embargo, es un reto para las editoriales el seguir impulsando el libro impreso.
El director de la Red Estatal de Bibliotecas Públicas de Chiapas, Fabián Emanuel Rivera Juárez, afirmó que contrario a lo que se cree, la pandemia del Covid-19, vino a reforzar el gusto por la lectura, pero de forma impresa, por lo que la competencia entre la digitalización y la impresión de los libros es pareja.
Dijo que en reto de la digitalización se intenta que la biblioteca no sea vista como tradicionalmente se le conoce como un lugar en donde se guardan libros y se empolvan, sino un centro donde las personas de las comunidades puedan interactuar y compartir experiencias, por lo que se trabajará en conjunto con la Secretaria de Educación, Secretaría de Seguridad Publica, entre otras dependencias.
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Indicó que es un reto para el próximo año, seguir fomentando el gusto por la lectura, desde los niños a etapa temprana hasta los adolescentes, porque sin duda esa es la llave para formar una sociedad más crítica y analítica, acorde a nuestros tiempos.
Asimismo, señaló que las 400 bibliotecas públicas que tiene Chiapas, enfrentan el reto de la digitalización del acervo cultural, por lo que se intentan estrategias para difundir el saber en los municipios que no cuentan con la infraestructura tecnológica, esto a través de la gestión con los presidentes municipales.
Detalló que los municipios de Tuxtla Gutiérrez, Tapachula, Comitán y Palenque, tienen más acceso a la tecnología y en consecuencia, tienen un entorno más digitalizado para conseguir su información.
Sin embargo, en la mayoría de los municipios, las bibliotecas continúan siendo un espacio del saber y del encuentro cultural, por lo que se aprovechará esta inercia para gestionar ante los presidentes municipales de todo el estado, en que se invierta recurso económico y humano en las bibliotecas.
Mencionó que dentro de los proyectos que se tiene para el próximo año es el de recuperar el “saber local”, que tiene como objetivo difundir en las bibliotecas las enseñanzas y cultura de los abuelos, así como la sabiduría sobre la herbolaria, medicina alternativa, siembra y cultivo de plantas, así como leyendas locales.
