En Tuxtla Gutiérrez el fenómeno migrante se ha visto notablemente en cada semáforo o zona centro de la ciudad capital donde personas de diferentes nacionalidades buscamos el sustento diario. En la actualidad han tenido que optar por limpiar parabrisas ante la falta de oportunidades, así lo indicaron migrantes venezolanos en entrevista.

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Eduardo José Araujo García se gana la vida limpiando parabrisas en el semáforo de la 11 a calle Poniente esquina Periférico Sur Poniente, a decir del migrante dejó su país por la necesidad económica. Él viaja con 13 personas pero aseguran que no hay trabajo por la falta de documentos: "Pues buscamos un trabajo nos piden papeles, estamos esperando cita pero veremos que dice Dios, mientras tenemos que buscar un trabajo para estar estable y poder ayudar a nuestra familia."

Su jornada comienza desde las 8:00 horas hasta las 16:00 horas, desde plaza las Américas o Sol camina hacia la dirección mencionada. En ese horario logra juntar máximo $150 pesos, alcanzándole solo para la comida, ya que asegura que les cobran todo e incluso la carga de teléfono celular.

"Acá nos cobran por todo, para celular, para lavar, para baños, para todo, nos toca dormir en la calle pero solucionamos lo de la comida, vengo caminando temprano y ya que veo que tengo para comprar alimento me bajo (a la plaza)," explicó.

Otro de sus connacionales es Jermar Alexander Baca Núñez, el comentó que lo más difícil fue cruzar la selva El Darien, aunque ahora se tiene que enfrentar a dormir en la calle y buscar la manera de generar dinero. Baca Núñez viaja junto a sus 5 hijos y su esposa.

Ante las difícil situación y la forma de poder darle alimento a sus hijos tiene que limpiar parabrisas junto a Eduardo José, a diferencia de Eduardo, el tiene que buscar la manera de generar más dinero, pues son 5 hijos que tiene que alimentar más su esposa.

La jornada de Jermer Alexander es más larga, comenzando desde las 7:00 horas hasta las 18:00 horas, el saca en promedio $400 pesos diarios, lo que le sirve únicamente para la comida de su familia, más los gastos de higiene, cobro de baños, cargar celulares y otras cosas por mencionar.

"Me vengo caminando de la plaza, ahí se quedan mi esposa con mis hijos para cuidarlos (...) lo que gano solo me alcanza para el día, ni para decir hoy y mañana porque todo pagamos, hasta el baño," reiteró el migrante.

Así como el, existen más migrantes que se han posicionado en los semáforos de la ciudad capital, donde su único sueño es reunir dinero para salir del país y llegar a su objetivo trazado que es el sueño americano, hasta el momento el permiso que les otorga migración es solo por 10 días, por lo que aseguran que eso no les sirve de nada, ya que la única forma de salir es caminando en las caravanas.

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