Migrantes venezolanos denuncian extorsión y despojo en su travesía por Chiapas

Esmeralda, de 25 años, migrante de Venezuela, junto a su esposo y dos hijos, ha experimentado un duro camino desde su entrada a México por Ciudad Hidalgo, Suchiate, Chiapas

Isaí López | El Heraldo de Chiapas

  · miércoles 20 de diciembre de 2023

Esmeralda Ramírez resaltó que, a pesar de los riesgos de secuestro en la selva, en Chiapas experimentan la pérdida injusta de sus posesiones / Foto: Isaí López | El Heraldo de Chiapas

Esmeralda Ramírez, una migrante venezolana de 25 años, junto con su esposo y dos hijos, ha compartido su angustiante experiencia al atravesar Chiapas, México, en su camino hacia Estados Unidos. En una entrevista realizada en el estacionamiento de Plaza del Sol en Tuxtla Gutiérrez, denunció la difícil situación que enfrentan desde su ingreso por Ciudad Hidalgo, municipio de Suchiate.

La joven madre relató que, a pesar de los peligros en la selva del Darién entre Panamá y Colombia, Chiapas se ha convertido en un verdadero "Darién encementado". Desde el momento de su llegada, han sido víctimas de extorsión y despojo por parte de elementos del Instituto Nacional de Migración (INM). Esmeralda lamentó haber perdido alrededor de cinco mil dólares, dinero recolectado durante su travesía, a manos de las autoridades migratorias.

En la denominada "selva de concreto" de Chiapas, cada encuentro con agentes migratorios implica un costo económico. La joven migrante describió cómo, en cada detención, se ven obligados a entregar sumas de dinero, ya sea por amenazas de detención, deportación o encarcelamiento. La situación se vuelve aún más difícil al destacar que todo el apoyo recibido de la gente en ofrendas ha terminado en manos de la policía de migración.

Migrantes en espera de poder subir al autobús para viajar a diferentes partes de México / Foto: Isaí López | El Heraldo de Chiapas

Esmeralda Ramírez destacó que, aunque en la selva enfrentan riesgos de secuestro, en Chiapas sufren el despojo de sus pertenencias, incluyendo casas de campaña, ropa y dinero obtenido en el camino. Afirmó que las autoridades migratorias condicionan su avance exigiendo pagos y limitando su progreso hacia Estados Unidos.

En medio de su travesía, Esmeralda busca un futuro mejor para su familia. Su hijo menor, de tres años, padece diabetes complicada y convulsiones debido a la violencia y maltrato que han sufrido. La migrante venezolana, agradecida por la ayuda alimentaria que ha recibido, resalta que su mayor temor es que les roben a sus hijos durante la travesía.

Con lágrimas en los ojos, Esmeralda Ramírez comparte su historia con la esperanza de sensibilizar sobre la difícil realidad que enfrentan los migrantes venezolanos en su búsqueda de un futuro más seguro y próspero.

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