Asxly Núñez lleva un año en Chiapas, se encuentra esperando la visa por razones humanitarias por parte del Instituto Nacional de Migración (INM), hasta el momento no ha recibido respuesta, menciona que necesita mantener a dos niñas de 9 y 6 años y no ha podido conseguir empleo en Tuxtla Gutiérrez, salió de Honduras con la mirada puesta en los Estados Unidos de América, cree que el Estado Mexicano viola sus derechos humanos pues la falta de respuesta la obliga a pedir apoyo de la sociedad, en los cruceros, en los semáforos.
Ella tiene 32 años, dice que no tiene esposo, le desespera que sus hijas necesitan comer, necesitan ropa, calzado, atención a la salud, pero no tiene recursos económicos y ya tuvo que buscar ayuda en la Aldea Infantil SOS en Tuxtla Gutiérrez ubicada en el libramiento norte oriente pero no ha conseguido atención, pide la solidaridad de la sociedad.
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Al que topa en la calle le pide ayuda, dice que en las Aldeas Infantiles SOS le dijeron que atienden a niños abandonados, pero la verdad sus hijas no están abandonadas, viajan con ella, duermen en casas de campaña improvisadas en el libramiento norte oriente frente a las instalaciones del INM.
Ahí han sufrido el calor, las fuertes lluvias, se han enfermado de gripa, han permanecido mucho tiempo con la ropa mojada, han sufrido hambre, sed, también el no contar con un espacio para ir al baño, sufren el desprecio de la gente, dice, también que viven con el riesgo permanente por no saber que tipo de personas los rodea, temen a la inseguridad, a la violencia, ella no duerme tranquila por cuidar el sueño de sus hijas, expone.
Confía en que en algún momento continuarán su viaje a la frontera norte de México, sueñan con que en algún momento podrán llegar a los Estados Unidos de América, por ahora son pacientes en esperar a la determinación del personal del INM que les deberá otorgar su vida por razones humanitarias, mientras tanto, seguirá caminando por calles y buscando ayuda de la gente para sobrevivir.
Dice que salió de su lugar de origen por inseguridad, por falta de empleo y por la crisis económica, el dinero no vale en su país y el gobierno se hace más fuerte cuando salen más migrantes y la tendencia es esa, cada vez habrá menos habitantes en Honduras por la falta de atención a la pobreza.
Ella y sus dos niñas forman parte del grupo de migrantes de Honduras, Venezuela, Nicaragua, Guatemala, Cuba y El Salvador apostados en las afueras del INM en Tuxtla Gutiérrez, esperan que los servidores públicos del gobierno federal cumplan con los tratados internacionales de otorgarles la visa para seguir su camino.