Tuxtla Gutiérrez.- Este último mes con lluvias, los incrementos y con el número de contagios en la ciudad, locatarios y vendedores ambulantes se las han visto negras en cuanto a ganancias y aunque son rivales unos de otros, por ahora se enfocan en ellos únicamente pues los pagos a las autoridades no bajan a pesar de las distintas situaciones que se viven.
Actualmente el Mercado Juan Sabines cuenta con un total de 206 locales de los cuales más del 89% se encuentran ocupados y los demás están en reparaciones pues el pasado mes de junio una inundación afectó el sitio; por lo anterior muchos vendedores perdieron una gran inversión; aún así, como lo explican, de eso viven y no pueden dejar de hacerlo por lo cual encontraron la forma de salir adelante sin ningún tipo de apoyo.
Si bien es cierto, los precios por local varían en cuanto a posición, tamaño y sector de productos que vendan sin embargo, según la última junta de los locatarios que se realizó en el mes de junio, mencionaron que los ingresos anuales en total por parte de la administración presidida por Caleb López Lopez es de poco más de tres millones de pesos, lo que los deja intranquilos con la situación ya que incluso no se han arreglado los daños suscitados en septiembre del 2017 cuando fue el sismo que provocó fisuras en el lugar.
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Además a todo lo anterior, la lucha siempre ha sido contra los vendedores ambulantes pues afirman que todas esas personas les quitan ventas además de que como tal ellos no pagan un renta ni diaria ni mensual; por lo que no se les hace justo que se encuentren en el mismo sector o incluso cerca de donde ellos están.
“Las lluvias con inundaciones, la pandemia todo nos resta ventas, lo que no se resta es el pago que hacemos a los dirigentes; a pesar de todo no baja… los ambulantes también son un problema afirmaron que los retirarían y hasta la fecha siguen ahí ganando más nosotros” Emiliano Lázaro, locatario.
Sobre la situación de los vendedores ambulantes es prácticamente la misma pues las lluvias y la pandemia han reducido al número de clientes que pueden existir en las calle; no obstante, la diferencia para estos es que tienen la oportunidad de moverse a otros puntos si hay lluvia en los distintos sectores de la ciudad capital.