Marquesiteros que se encuentran ubicados en la 8va Poniente Norte, esquina 2a Norte, cerca del parque de la marimba, por lo que se han quejado ante intimidaciones que han recibido por parte de inspectores del ayuntamiento municipal de Tuxtla Gutiérrez, esto luego de qué inspectores llegarán a amedrentarlos de que saquen sus bancos que están sobre la banqueta.
Lázaro Peréz Peréz, quien lleva años dedicándose a la venta de marquesitas, comentó que no los dejan trabajar a gusto, cuando mensualmente pagan una cuota de mil 700 pesos al ayuntamiento municipal que preside Carlos Orsoe Morales Vázquez, esto luego de qué inspectores municipales llegarán hasta con policías a querer intimidarlos.
Lázaro, un gomvre de 39 años, fue uno de los sobrevivientes de la masacre de Acteal, ocurrida el 22 de diciembre de 1997, donde cientos de familias fueron desplazadas refugiándose en la Iris de San Cristóbal de las Casas, al transcurrir el tiempo tenía que buscar dinero, llegando a vivir hace 22 años a la capital chiapaneca.
Peréz Peréz, trabaja todos los días, siendo el sustento de una familia conformada por su esposa y 4 niños, explicando que anteriormente con gobiernos municipales se trabajaba bien, con este nuevo gobierno municipal los han tratado como perros.
"Anteriormente, trabajábamos bien, no teníamos problemas, pero este gobierno ha sido muy malo, nos tratan como perros, nos amenazan, vinieron a querer levantarnos solo por 3 bancos que usamos para nuestros clientes, si lo pidieran bien lo sacamos, pero vienen hasta con policías a gritarnos y amenazarnos", dijo el vendedor.
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Cabe mencionar que vendedores que se encuentran en las calles de Tuxtla han sido incluso golpeados por los mismos inspectores municipales, despojándolos de sus ventas, e incluso mujeres y niños que han sufrido violencia en casos anteriores por parte de ellos, por lo que ahora son marquesiteros quienes se quejan del trato, cuando ellos pagan para poder vender.
Es así que piden un alto a las intimidaciones, así como dejarlos trabajar en paz, porque no están cometiendo ninguna falta, exigiendo respeto para ellos por parte de los inspectores municipales.
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