María Ramos, defensora de recursos naturales de Arriaga

Hay que hacer aún lado los productos químicos en la producción alimentaria

Isaí López | El Heraldo de Chiapas

  · viernes 31 de julio de 2020

La humanidad tiene tareas pendientes en la conservación, dice doña María Ofelia Ramos Hernández, de 56 años. / Foto: Isaí López | El Heraldo de Chiapas

Doña María Ofelia Ramos Hernández, es una mujer de 56 años del ejido Adolfo López Mateos, en el municipio de Arriaga en la Costa de Chiapas, ahí se ha convertido en una gran activista y defensora del medio ambiente, procura que las mujeres se capaciten y es impulsora de proyectos económicamente viables y ambientalmente sustentable, y han eliminado los productos químicos en la actividad agropecuaria.

Para dona María Ofelia Ramos, la importancia de la mujer en acciones de conservación de las Áreas Naturales Protegidas (ANP) se traduce en la oportunidad de hacer muchas cosas, empezar por aprender a conservar los recursos naturales que generan servicios ecosistémicos para el bienestar de la humanidad, posterior a ello, ver los resultados inimaginables se traduce en satisfacción y se convierte en un impulso para seguir la lucha a favor de la vida.


Foto: Isaí López | El Heraldo de Chiapas


Ella colabora en la Reserva de la Biosfera La Sepultura en proyectos de ganadería sustentable de conservación por medio del sistema silvopastoril en una superficie de 400 hectáreas de propiedad familiar, que está siendo ejemplo para que muchas comunidades copien el modelo de conservación.

Sostiene que le gusta realizar las tareas de conservación de las Areas Naturales Protegidas pues esto le permite ver avistamientos de especies de fauna como el puma, jaguar, tapir, en la Reserva de la Biosfera La Sepultura, especies emblemáticas de Chiapas y esta convencida de que la mujer o las mujeres pueden, cree firmemente en ella y en ellas y sus capacidades de hacer bien a los ecosistemas y porque para ella como para muchas es un gusto personal.

“La Mujer tiene la capacidad igual que el hombre de participar de la conservación, con las ganas de hacerlo y la diferencia en hacerlo con amor, con ganas y a partir de una mezcla de instinto maternal y de instinto de organización, las mujeres tienen éxito en la conserva, tenemos que hacer aun lado por completo los productos químicos y volver a lo sano, en la producción de alimentos y en la restauración de los bosques".


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Refiere la señora Ramos Hernández en una anécdota en la que durante la colocación y revisión de cámaras de foto trampeo en su ejido para evaluar las poblaciones de fauna pudo ver como un jaguar, se comía a un tapir, hecho que la dejo sorprendida por que ella sabe que son animales en peligro de extinción y que hay que cuidarlos y conservar su hábitat para la reproducción natural.

Cuando vio que una especie en peligro de extinción y se comía a otra en la misma condición, dijo que había que hacer más por la regeneración de los bosques para permitir mejores condiciones de vida de los animales silvestres, pero a la vez, admite que ese episodio es parte de la cadena alimenticia y el ciclo natural de la vida de un ecosistema, dónde la humanidad tiene una tarea pendiente en la conservación y protección.