Marchan normalistas de la Mactumactzá

Para conmemorar el 6 de agosto de 2003, fecha en que, según ellos, la institución fue agredida por el gobierno

LENNYN FLORES

  · martes 6 de agosto de 2019

Entre pintas y presuntas agresiones a los automovilistas que transitaban por la arteria principal de Tuxtla Gutiérrez, estudiantes de la Escuela Normal Rural Mactumactzá en compañía de alumnos de otras instituciones del mismo sistema, así como de organizaciones sociales y campesinas marcharon ayer para conmemorar el 6 de agosto de 2003, fecha en la que, según los normalistas, la institución fue agredida por el gobierno del estado, en ese entonces a cargo de Pablo Salazar Mendiguchía.

En conferencia, reprobaron que a pesar de los años y de la importancia de las normales rurales para la educación de los jóvenes de las comunidades vulnerables, no reciban el apoyo adecuado y se trate de criminalizar a los estudiantes que lo único que buscan son mejores condiciones para su futuro y para el futuro de los niños que viven en pobreza y pobreza extrema.

Recordaron que en la administración de Salazar Mendiguchía (2000-2006) se suspendió el sistema de internado de la Mactumactzá, el cual facilitaba la estancia a los muchachos que provenían de las zonas más alejadas de la entidad, ya que recibían alimentación y un lugar para vivir.



Los alumnos, en compañía de normalistas de otras entidades y miembros de diferentes agrupaciones sociales, iniciaron la marcha en la zona poniente, desde la institución hasta llegar al Parque Central.

Durante esta actividad, expresaron consignas, portaron pancartas con la frase “6 de agosto no se olvida” y reclamaron a los mandos gubernamentales, quienes en la actualidad no han mostrado flexibilidad para resolver las demandas de los jóvenes, entre ellas la reinstalación del sistema de internado.

Asimismo, portaron una cabeza de cartón con la imagen del exgobernador Pablo Salazar. Durante la rueda de prensa, los normalistas enfatizaron que esta marcha es símbolo de su lucha, la cual no se detendrá hasta que las autoridades de los tres niveles comprendan la importancia de las normales rurales.