Cien miembros laicos de la comunidad católica en la Provincia Eclesiástica de Chiapas, compuesta por las Diócesis de Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal de Las Casas y Tapachula, llevaron a cabo una marcha por la paz que se extendió desde el parque cinco de mayo hasta la majestuosa Catedral Metropolitana de San Marcos.
El evento contó con la participación de sacerdotes de las tres diócesis, procedentes de diversos municipios que abarcan desde Suchiate hasta Tila, Tumbalá, Sabanilla, Salto de Agua, Reforma, Juárez, Ostuacán y Villaflores. Durante la marcha, los participantes entonaron consignas que destacaban la importancia de la justicia como pilar fundamental para la paz duradera.
El obispo auxiliar de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, Luis Manuel López Alfaro, subrayó la necesidad de la unidad como el camino hacia la construcción de la paz. Enfatizó que el individualismo y el egoísmo son obstáculos que deben superarse para lograr la paz en la sociedad.
La marcha también sirvió como llamado a la unidad en las familias, en la Iglesia y en las tres Diócesis representadas. Se hizo un llamado a todos los ciudadanos y a los servidores de la Iglesia a comprometerse aún más en la búsqueda de la paz, reconociendo que esta responsabilidad recae en todos y debe ser abordada diariamente.
López Alfaro mencionó los desafíos que enfrentan debido a la violencia y la inseguridad en ciertas áreas, donde el miedo prevalece y la labor pastoral se dificulta por los conflictos, la violencia y la pérdida de vidas. Sin embargo, destacó la importancia de perseverar en el trabajo por la paz.
En la Catedral Metropolitana de San Marcos, se presentó un manifiesto de la pastoral social de la Provincia Eclesiástica de Chiapas, en el que la Iglesia se compromete a esforzarse aún más en la propagación del evangelio como medio para alcanzar la paz.
Uno de los laicos presentes, Joaquín Morales, enfatizó la importancia de preocuparse por la paz en Chiapas, en México y en el mundo, especialmente desde el ámbito familiar. Instó a las familias a mejorar la sociedad a través del amor de Dios y alentó a adoptar una actitud activa en la búsqueda de la paz.
El presbítero Gilberto Hernández García, asesor de la Pastoral de la Comunidad de la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez, subrayó que la paz es una tarea que concierne a todos y que la construcción de la misma no debe recaer exclusivamente en el gobierno, sino que la Iglesia desempeña un papel crucial en este camino. Expresó que la marcha representó la voz del dolor de muchas personas, elevada como una petición a Dios por la tranquilidad de todos.