La secretaria de Educación, Rosa Aidé Domínguez Ochoa, afirmó que derivado de la situación por la que ha pasado la Escuela Normal Rural Mactumactzá, sólo tiene dos opciones: “o desaparece o se transforma”; pues a su juicio muchos planteamientos del alumnado no tienen sustento, no procede su atención y existe la urgencia de una gran transformación de esa institución educativa.
“Tendríamos que sentirnos orgullosos de los estudiantes que egresan de esa institución, mi compromiso es ése, le apuesto a eso, pero tiene que venir la buena voluntad de los estudiantes, voy a ir a la Escuela Normal Rural Mactumactzá, quiero ver los problemas y los voy a resolver, atenderemos las precariedades, pero tiene que hacer compromiso en sus aulas y en su conducta”, aseguró Domínguez Ochoa.
Luego de señalar que “alguien los está envenenando”, Domínguez afirmó que los estudiantes de la Escuela Normal Rural “Mactumactzá” tienen una “calidad y empoderamiento negativo a más no poder, estamos ante un grupo de jóvenes estudiantes, normalistas, los futuros docentes de nuestros hijos y nietos, aferrados al empoderamiento negativo”.
Dijo que lo primero que demandan los estudiantes es el cumplimiento de minutas firmadas con el gobierno de Manuel Velasco Coello, del 2016, 2017 y 2018, que no son más que exigencias fuera de control de jóvenes estudiantes, fuera de la mesura, fuera de lo correcto, fuera de contexto, firmadas por todos los niveles del gobierno pasado.
PETICIONES DESMEDIDAS
“En una minuta demandan 800 mil pesos en efectivo para fiesta de aniversario, tres uniformes, corbata y camisa; ya no son peticiones correctas, se trata de una cosa desmedida, una descomposición”, insistió la funcionaria en reunión con diputados locales de la Comisión de Educación del Congreso del Estado.
Precisó Domínguez Ochoa que en la última reunión sostenida, se negaron a presentarse, a dar sus nombres, mientras que la comisión gubernamental se identificó para saber con quiénes se daría el diálogo, uno tomó la palabra y afirmó: “señora secretaria nosotros no saludamos”.
Sin embargo, comenzó la reunión –continuó Rosa Domínguez– “empezamos a hablar, y luego viene la interrupción: ‘queremos el cumplimiento de la minuta’. Los escuchamos más de tres horas, toqué puntos finos con ellos queriendo encontrar soluciones”.
Comentó a los diputados que cuando llega a la Secretaría de Educación el personal de la institución le preguntaba qué iba a hacer con los normalistas de la “Mactumactzá”, y de inmediato planteó dos opciones: “esas escuelas se cierran o las hacemos de primer nivel, o las hacemos de tal calidad que ustedes sean un referente de la que nos vayamos a sentir orgullosos gobierno y sociedad”.
PLAZAS, POR CONCURSO
La petición de 22 plazas asignadas de manera directa no procede, está fuera de contexto, dos años se los dieron de manera automática habiendo reprobado el examen; “por unas cuantas pedradas en algunos vidrios, de ahí los jóvenes se agarran que había que dárselas, eso no es correcto, ni está conforme al derecho”, apuntó.
Han rechazado las becas porque quieren un monto que ellos determinan, porque la plantearon en una minuta que está firmada, les hemos hecho saber que se trata de un gobierno nuevo, de una administración nueva, aquellas minutas las firmaron en algún momento y por alguna razón, en esta ocasión no firmaremos más minutas, vamos a ordenarnos, dijo.
En cambio, apuntó, les ofrecimos preparar a esos 22 jovencitos un curso especial, una capacitación, nos entendimos, acordamos, para darles más elementos e ir al examen en el que pudieran resultar electos para tener ganada su plaza, se comprometieron informarlo a la base, hemos recibido a la Escuela Normal Rural “Jacinto Canek”, pero la respuesta de los jóvenes son actos vandálicos, y ante ello tenemos que aplicar el orden y Estado de derecho.